Shkodran Mustafi marcó el primer gol de Alemania en la Eurocopa, comenzó conquistando comparaciones con Fabio Cannavaro, gracias a su buena actuación ante Ucrania, y ha terminado triturado por la derrota ante Francia. La acción del segundo gol de bleu fue una sucesión de errores individuales, pero su nombre quedará marcado en la jugada por el baile al que le sometió Paul Pogba: control, finta y centro. El resultado, Mustafi terminó eliminado, con la cintura rota; el balón fue a parar a Griezmann, tras una salida blandita de Neuer, y no perdonó. El valencianista tuvo que entrar en el partido tras la lesión de Jérôme Boateng y no vivió su mejor velada. Joachim Löw apostó por Höwedes ante la baja de Hummels, el lateral derecho estaba destinado a Kimmich y no hubo sorpresa. El seleccionador alemán prefirió al zaguero del Schalke 04, experimentado, fiable e infravalorado. Mustafi empezó la Eurocopa como titular y vuelve con la derrota como valiosa experiencia.

La participación alemana no puede catalogarse de fracaso. En Francia ha sido el equipo más sólido, pero le ha faltado eficacia y control emocional. Los anfitriones fueron puro empuje, resistencia, despliegue y Griezmann€ también Lloris. Los campeones están fuera por el mismo motivo que estuvo cerca de apearlos en cuartos ante Italia: un grave error en área propia. Boateng mandó el partido a la prórroga ante Italia por unas manos absurdas y el jueves sucedió lo mismo con Schweinsteiger. Dos pifias difíciles de entender por experiencia y madurez. Las manos de Schweinsteiger cambiaron el rumbo de la semifinal, cuando mejor estaba la Mannschaft. Después fue un querer y no poder rematado con esa acción de Pogba que tanto dolerá a Mustafi, en posición de lateral derecho y con todo el sistema defensivo alemán descontrolado por el error en la salida de sus compañeros de reparto defensivo.

Un final muy distinto

En pleno asedio, el valencianista tuvo una buena ocasión para acortar distancias, pero resolvió el barullo en el área con un zurdazo pifiado que se perdió directo a la grada. Su lenguaje corporal siempre transmitió frustración, nunca pareció cómodo. Sombras y luces en esta Eurocopa.

Francia 2016 ha supuesto su segundo gran torneo con la selección absoluta alemana. En el Mundial de Brasil se perdió los cuartos, las semis y la final por lesión, pero después de entrar en la lista final por la lesión de Marco Reus jugó a muy buen nivel como lateral derecho, incluso fue titular en octavos ante Argelia. En 2014 terminó con bailecitos en las celebraciones€ el baile en Marsella fue muy distinto. Si bien, fruto de su personalidad, el central ayer dejó un mensaje en redes sociales reciclando la derrota en positivo: «Todavía decepcionado por la derrota, nos hubiera encantado jugar la final€ Aún así, el torneo fue una gran experiencia para todos nosotros y estoy orgulloso de formar parte de este equipo. Gracias a todos por el apoyo. Lo prometo, volveremos todavía más fuertes». No hay progreso sin esfuerzo y muchas veces si no se conoce la parte amarga de la vida.