El día que partía hacia Singapur, Pako Ayestaran leyó en este periódico que un sector de la plantilla no comprendía la necesidad de realizar unas exigentes pruebas físicas a solo unos días de las vacaciones. Justo una semana después, ya confirmado como nuevo entrenador del Valencia, asistía a su presentación en el palco de Mestalla y entre todas las respuestas de una comparecencia que duró alrededor de tres cuartos de hora y en la que se abordaron todas las aristas informativas del club, encontró el momento para apretarles las tuercas a los jugadores. Desde que llegó marca un mínimo de intensidad y exigencia con el que deben cumplir todos. No negocia. De lo contrario, Ayestaran aplica la ley de la mano dura.

Pero lo que en su momento pudo interpretarse como una forma de hablar, una postura o una manera de ganarse a los aficionados en unos momentos en que los futbolistas estaban en el ojo del huracán debido a los malos resultados que estaba cosechando el equipo, aparece unos meses después como parte de un método que para Ayestaran está por encima de todas las cosas. Y ese método del nuevo entrenador del Valencia acaba de salir a la luz pública, o al menos, una de sus principales ideas. Salió a la luz pública cuando este periódico daba la explicación a porqué Dani Parejo no jugó un solo minuto en el segundo partido de la pretemporada. A la pregunta de ¿por qué Parejo no ha jugado uno solo minuto ante el Feyenoord? el club respondió que para Pako, «quien no entrena bien no juega». Un misil a la línea de flotación del futbolista, es evidente, porque se está diciendo que ni él ni Orban entrenan a tope -el defensa argentino tampoco jugó ni un solo minuto el sábado de la semana pasada-.

Espoleados por la curiosidad, SUPER ha querido saber más de ese ´Método Ayestaran´ lo cierto es que el técnico vasco saca el látigo de vez en cuando. La temporada pasada, después de que su equipo hiciera el ridículo en Mestalla ante el Villarreal y delante de las narices del propietario del club, Peter LimPeter Lim, Ayestaran salió en rueda de prensa y dijo: «Tenemos dificultades para hacer que los jugadores compitan siempre. No tenemos el hábito de competir». Lo cieto es que su equipo, mientras tenía que lograr la salvación matemática estuvo en tensión, y en cuanto la logró, se dejó llevar empezando por el partido en Getafe, que empezó ganando y terminó perdiendo. Pues bien, al día siguiente de perder con el Villarreal y de decir lo que dijo en rueda de prensa, un lunes dos de mayo por la mañana, Ayestaran puso a correr a sus futbolistas.

Capítulo aparte merece lo que sucedió con el portugués Joao Cancelo. Fue en la Ciudad Deportiva de Paterna, en esta misma pretemporada durante un entrenamiento antes de que el equipo viajara a Holanda para hacer la concentración. Ayestaran detectó que durante un ejercio el lateral derecho no se estaba esforzando como él consideraba que debía hacerlo, o que tal vez no ponía la atención debida, pero lo cierto es que ante el resto de futbolistas lo mando a correr en solitario.

La primera bronca

Solo unos días después, concretamente el pasado miércoles 20 de junio, en el primer amistoso de la temporada, ante un equipo de tercera división de Alemania, Ayestaran se disponía a ver el choque en la grada para analizar los movimientos tácticos del equipo junto a su ayudante César Sánchez, cuando se vio obligado a bajar al césped aprovechando un descanso que concedió el colegiado para que los jugadores bebieran agua debido al fuerte calor, y decirles a los jugadores que no le gustaba la actitud que veía sobre el césped. Los volvió a reunir en el descanso del encuentro para hacer hincapié en la actitud, y lo mismo hizo al término del choque. Esa noche, cuando le preguntaron los periodistas dijo: «Lo que menos me ha gustado de este partido es que los jugadores no hayan desarollado las cosas que hemos trabajado. No estoy satisfecho, pero es un partido de pretemporada. Es pronto pero siempre esperas ver más cosas». Se mordió la lengua, pero dejó entrever su enfado.

La concentración de pretemporada en Holanda siguió avanzando y llegó el segundo partido amistoso, esta vez sábado 23 de julio en Roterdam ante el Feyenoordeyenoord, un equipo importante de la primera división holandesa. Terminó el encuentro con derrota por 2-1 y sobre todo con una circustancia, Dani Parejo, uno de los jugadores fundamentales del equipo no había jugado uno solo minuto. Y se le pregunto al técnico en rueda de prensa y esto contestó: «Hay que tener cuidado por si tienes alguna lesión y a veces tienes que sacrificar a alguno, y les ha tocado a ellos». Es evidente que el técnico prefirió tapar a los jugadores de puertas hacia afuera y no hacer público lo que se puede calificar de castigo interno.

Las vacaciones de Siqueira

Al día siguiente este periódico preguntó por la ausencia de Parejo y la respuesta fue «quien no entrena bien no juega», que de alguna manera resume la filosofía de Ayestaran. Para que se entienda mejor el cambio de hábito que quiere implanta el técnico vasco, el brasileño Siqueira, al poco de llegar a Valencia en el pasado mercado invernal procedente del Atlético de Madrid del extremadamente exigente Cholo Simeone, comentó a sus allegados que comparados con los entnreamientos en el equipo colchonero, los entrenamientos en el Valencia son «como estar de vacaciones», prueba evidente de que lo que trata de instaurar Ayestaran no se logra con dos semanas de trabajo y sobre todo, que es necesario machacarlo desde el primer día y no hacer concesiones con nadie para que el grupo lo asimile a fuego y termine tomándolo como un hábito.

Ayestaran quiere recuperar una cultura de la exigencia y eso solo se consigue asentando unas bases desde el primer día y desde el primer partido amistoso.