Decía el comentarista de la televisión que el Valencia no mereció una derrota así de contundente por lo visto en el terreno de juego, pero a estas alturas del mes de agosto estas excusas empiezan a servir de poco, sobre todo cuando todo viene de errores en una defensa a la que todavía no se le ha metido mano en casi tres meses de planificación deportiva. Se trata de buscar tus ocasiones, acertar lo máximo con ellas y, para rematar la faena, que el rival no tenga las suyas. El desempeño atrás de los Santos y Orban, a los que se sumó por sorpresa Cancelo esta vez, fue la mejor arma del Crystal Palace, otro equipo que aspira a mantener la categoría y poco más en la Premier League con el que el Valencia no pudo. ¿A qué aspira el Valencia?

El equipo se fue al descanso con un 2-0 en contra y eso, con la cara de tonto después de haber dominado y disfrutado de ocasiones para mucho más. La primera de los ingleses, sin embargo, encontró esa defensa blanda y errática que nos acompaña durante todo el verano. Un saque de banda en el que Cancelo no aprieta acabó con un centro rematado por Connor Wickham ante una débil oposición de Lucas Orban. Nada que no supiéramos ya.

El plan era precisamente ese, no recibir goles con tanta facilidad, pero sí tener la pelota y jugarla mucho por el centro, con Medrán y Carlos Soler combinando rápido, buscando el hueco para asistir a Mina, a Paco o abrir a las bandas. Lo hacían bien. Medrán encontró a Alcácer en el 25 pero el delantero remató con la zurda al exterior de la red en el mano a mano con el meta. Poco después lo buscó Mina y esta vez el portero sacaría con el pie su remate.

Cuando más apretaban los de Pako Ayestaran llegaría una acción aislada en la que Cancelo, que estaba pidiendo el cambio, cometía un absurdo penalti. Ryan detenía el disparo de nuevo de Wickman, pero el rechace le quedaba al delantero para empujar a placer el 2-0.

Mientras delantero y portero dirimían la pena máxima se producía el debut con el valencia de Martín Montoya, que entraba en el 37 por Cancelo. Ya tras el descanso entraría también Nani, escorado a la izquierda, y también Parejo, ya con otra actitud como no podía ser de otra manera. El portugués jugó poco más de media hora antes de ser sustituído por Bakkali, en la que tuvo tiempo de pelearse con rivales y disponer de un par de ocasiones para marcar, sobre todo una muy clara en la que primero estrelló el balón en el poste y su segundo intento salió por arriba. Una luz entre muchas tinieblas.

Buscó igualar el choque el equipo de Pako con más intención que acierto, pero para acierto, otra vez, atrás. Cuando más cerca parecía el 2-1, Aderllan Santos no tuvo mejor idea que placar a un rival en el área y cometió un nuevo penalti que se convirtió en el 3-0. El 3-1, logrado con un potente disparo por Eugeni Valderrama, una anécdota.