El Valencia CF tiene un problema en la banda izquierda con Guilherme Siqueira. El brasileño ha confirmado a lo largo de la pretemporada todas las dudas que presentaba esa posición a la hora de planificar la plantilla. Los problemas físicos del jugador han sido constantes hasta el punto de que apenas ha podido entrenarse con normalidad ni participar en los partidos de preparación. El asunto tiene todavía más miga porque el futbolista incluyó en el acuerdo para venir al Valencia una cláusula según la cual puede renovar si esta temporada juega un número mínimo de partidos, alrededor del 50% de los que dispute el equipo, algo que no entra en los planes del club ni mucho menos.

García Pitarch se lo trajo del Atlético de Madrid en enero para reforzar el lateral izquierdo. Fue por los problemas físicos de José Luis Gayà y la baja forma de Lucas Orbán. Se cerró casi el último día de mercado y entonces quedaban apenas tres meses y medio de competición, por lo que el director deportivo aceptó que la cesión fuera por una temporada más, hasta el 30 de junio de 2017. Ahora mismo, visto el rendimiento y esa "lesión crónica" en el tobillo que desveló públicamente el propio Pako Ayestaran en una rueda de prensa, las probabilidades de que el Valencia se plantee llegar a ese número de partidos y ampliar su contrato son nulas.

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