Un gol de Medrán cuando no se había cumplido el minuto 10 de partido hacía presagiar una noche de fiesta, a tono con el color que daban los aficionados en la grada del Luis Súñer de Alzira. Nada más lejos de la realidad, el Valencia se llevó el partido anteesta elección de jugadores de Nigeria gracias a un gol de Rodrigo en los instantes finales, pero no enseñó nada nuevo más allá de que, a los problemas de siempre en defensa, esta vez se sumó el portero. Mat Ryan, con un mal golpeo de puños, propició el tanto del empate en el 32. No estuvo acertado el portero aunque no deja de ser cierto que el resto de defensores se quedaron mirando dónde caía el balón rechazado en lugar de emplearse a fondo en defenderlo. Y cayó en la cabeza de Alimi, que solo tuvo que empujarlo a la red.

El equipo de Pako Ayestaran volvió a disfrutar de la posesión, con un centro del campo supuestamente titular y Parejo los noventa minutos en el terreno de juego. Lo movió de lado a lado pero con pocas ideas arriba y casi siempre mal ejecutadas. La excepción fue el centro de Gayà que pilló a contrapié a la defensa y permitió a Medrán marcar de cabeza. Poco más, porque el equipo se fue durmiendo con el tiempo y hasta acabó cediendo terreno al rival, nada del más allá por cierto como todos los equipos a los que se ha enfrentado el Valencia en esta pretemporada.

Mina y Fede Cartabia, muy desacertados, poco aportaron para asistir a Paco Alcácer, el argentino incluso falló un gol cantado a bocajarro.

En la segunda mitad y a medida que llegaban los cambios el ritmo del equipo fue a menos y por momentos hubo problemas para sacar el balón de atrás, lo que demuestra que hasta en Nigeria tienen estudiado a este Valencia. Pako dio la primera media hora a Diego Alves y el resto a Jaume Domènech, que disputaba sus primeros minutos superada su lesióin y arrancaba algunos aplausos a la grada. Cuando parecía que el empate a uno iba a ser definitivo, Rodrigo Moreno cazó un balón que le enviaron al hueco y marcó tras regatear al portero. Una buena noticia al fin y al cabo en un partido sin mucha más historia que el propósito final de ayudar a la repoblación de los bosques valencianos, en el que ni siquiera estuvo el portugués Luis Nani, al que el técnico reserva para el sábado cuando era uno de los grandes atractivos a priori.