El compromiso frente a Las Palmas abre un paréntesis, quién sabe si definitivo, en el culebrón del verano en clave valencianista. Tras una primera toma de contacto en la presentación, donde la afición se alineó claramente al lado de Alcácer en una situación en la que la nitidez y la firmeza de las primeras noticias que llegaban desde Barcelona invitaban al estado de nervios, el partido ante Las Palmas reúne los ingredientes para convertirse en una reconciliación definitiva. Paco no se ha pronunciado públicamente, como pedía un sector de la hinchada, pero lo cierto es que él no ha dado nunca el primer paso para irse al Barça y no ha tomado una postura que roza el chantaje, como hizo Parejo hace unas semanas con el objetivo de forzar su salida rumbo al Sevilla. El capítulo no está cerrado, ni mucho menos. A pesar de que la dirección deportiva que comanda García Pitarch ha trazado una postura férrea con la presidenta, Layhoon Chan -se niegan a venderlo- las informaciones que salen de los conductos oficiales del club azulgrana no varían: son optimistas en cuanto a una hipotética llegada del ariete de Torrent, remitiendo al acuerdo que Lim alcanzó con el presidente Bartomeu.

El valencianismo volverá a mirar a los ojos a su ídolo ante el conjunto canario. En los últimos días el futbolista ha demostrado sobradamente que está por encima del ruido mediático. No ha entendido algunos comentarios de las redes sociaels pero no le ha pasado factura la presión. Va en el sueldo. Lo tiene claro.

Paco concentra todos sus esfuerzos y energías en el partido del lunes. No ve más allá de los límites visibles del terreno de juego. Alcácer hablará y lo hará sobre el césped. Este viernes ya se le podía adivinar en el entrenamiento matinal. El valencianista, de naturaleza elocuente, irradiaba voracidad. En el primer ejercicio mordió en la presión a Abdennour y forzó la pérdida del central tunecino. Birló la cartera y sin opciones para que el guardameta pudiese evitarlo resolvió con una vaselina que arrancó algunos aplausos en la Ciudad Deportiva. Está metido al cien por cien. Peter Lim se sentó con los altos ejecutivos del Barça para venderlo pero ante la movilización de la afición, la presidenta ha puesto en marcha una operación par tratar de frenar su venta. «Paco, te quedas. No queremos venderte. Eres un jugador muy importante para nosotros», le dijo, tal y como desvelaba ayer SUPER, antes de recordarle que quiere verle marcando este lunes frente al conjunto canario.

Una operación apalabrada

Su venta estaba apalabrada desde el 11 de agosto por 30 millones más 15 en variables pero no está firmada y en el club de Mestalla cada vez son más optimistas en retener al delantero, que en palabras del nuevo capitán, Enzo Pérez, «se entrena como uno más y así que lo que pase o no pase no depende de nosotros, sino del club y del jugador».

La postura de García Pitarch

García Pitarch trataba de cerrar el capítulo hace unos días en la presentación de Mario Suárez. «He hablado con él y le he dicho que el Valencia no tiene la disposición de venderlo, se lo he explicado con claridad y él lo tiene claro, está contento y con ganas de que empiece la Liga y de hacer goles, no me ha transmitido inquietud de querer salir del Valencia. El Valencia no quiere vende a Paco Alcácer», decía el director deportivo, que reafirmaba las palabras de Layhoon ante los peñistas: «no admite ninguna interpretación distinta. Layhoon dijo claramente que el Valencia no quiere vender a Alcácer». Paco solo piensa en el gol ante Las Palmas.