Después de un festival de ineficacia anotadora, el árbitro le dio un giro al partido que dejaría al Valencia con cara de no entender lo que estaba pasando. El conjunto de Ayestaran perdonó al Eibar por encima de sus posibilidades y volvió a lamentarse. El balance comienza a ser inquietante: cero puntos de seis posibles. La semana anterior el factor que declinó la balanza fue la efectividad de la UD Las Palmas. Esta, el criterio del colegiado, que señaló penalti en el segundo tiempo después de que el balón impactara en la mano derecha de Abdennour tras un centro de un futbolista del Eibar. La acción era claramente involuntaria. El tunecino, analizada la jugada al detalle, no va a buscar el impacto de su mano con el balón y, según explicó Ayestaran, el estamento arbitral había transmitido a los jugadores y técnicos antes del inicio de la temporada que no se iban a castigar este tipo de acciones. El entrenador valencianista estaba muy enfadado con el árbitro. «Es para estar enfadado», argumentaba a la salida del estadio...

«Creo que los árbitros se pueden equivocar con cosas que no ven pero las cosas deben estar frescas, vienen a explicarnos un reglamento antes de comenzar la Liga y luego ves que no se aplican», abundaba Ayestaran, que más allá de análisis estrictamente futboleros, vio cómo su equipo perdía por un gol que subía al marcador en la misma acción del penalti. Pedro León lanzaba a la derecha, Ryan lo paraba pero el rechace fue a parar a las botas del murciano y no perdonó. En cualquier cosa, era un asunto que se ha revisado en las últimas semanas. «Lo primero que nos explican es que la mano en una posición natural, en la que no hay bloqueo y sale despedida por la fuerza del golpeo, no es penalti. El jugador, en este caso, además gira el cuerpo para quitarse. A mí que me digan que eso es penalti. Eso te frustra».

La norma RFEF es clara

En este sentido, la norma es clara. Ya no es motivo de sanción. «Tocar el balón con la mano implica la acción deliberada de un jugador de tocar el balón con la mano o el brazo. Se deberá tener en cuenta lo siguiente: el movimiento de la mano hacia el balón (no del balón hacia la mano); la distancia entre el adversario y el balón (balón que llega de forma inesperada); la posición de la mano no presupone necesariamente una infracción...». El técnico incluso manifestó que espera que se equilibre esta decisión con otras que puedan beneficiar a su equipo. «Dicen que a final de año todo se equilibra, lo que te dan y lo que te quitan. Tenemos un saldo a favor entre lo que nos deben y nos quitan», argumentaba.

En otro orden de cosas, Ayestaran valoró de forma positiva la imagen del Valencia en Ipurua y admitió que se marchó con una sensación similar a la de la derrota en la primera jornada ante Las Palmas. «Me quedo con la misma sensación que tuve tras perder el primer partido de Liga. Creo que ha sido injusto. Bien por las ocasiones, pero mal por el resultado. Cada diez partidos que juguemos contra Las Palmas seguramente que se ganarían ocho y de cada diez partidos que juguemos como el de hoy ganaríamos ocho al Eibar. Al final tienes que hacer una valoración global, el Valencia ha sido mejor equipo que el Eibar en los noventa minutos. La valoración general es positiva». Pako Ayestaran está convencido.