Nando García ya se ha ganado al Tartiere. El extremo valenciano ha empezado arrollando en las dos primeras jornadas de segunda división y la crítica carbayona no tiene dudas al señarlale como el MVP. El comienzo es realmente esperanzador€ para el jugador, para el Real Oviedo y para el Valencia, que sigue con atención a la evolución del futbolista. No por casualidad blindó su contrato hasta 2019 antes de cederlo. El destino es clave. Nando tuvo propuestas para jugar en LaLiga, pero prefirió dejarse de experimentos y apostar por un proyecto que le aportara confianza y continuidad para dar el salto definitivo. Cuando lo fácil hubiera sido dejarse seducir por un primera, el extremo buscó firmeza. Con 22 años y tras romper con éxito en el fútbol de plata en Córdoba, el jugador ha programado esta temporada en modo explosión. Si hace bien las cosas, sabe que su oportunidad en el Valencia está servida.

Nando tiene velocidad e intensidad. Dos cualidades fundamentales para un jugador de banda. Diestro, en el Córdoba, jugó como extremo por las dos bandas y también como lateral derecho. En el Oviedo ha arrancado por la izquierda, donde desborda, trabaja y pica en diagonal. El sábado, ante el Almería, rompió el marcador con un gol de muy bella factura; aprovechó un pase de tacón de Toché para irse a toda velocidad hacia la portería, driblar al último zaguero que había en su camino y ajustar el disparo al palo. En esa acción cumplió con uno de los objetivos que se ha fijado: ser determinante en el área rival. Traducido, aportar goles y asistencias. La idea es exprimir al máximo su energía. El curso pasado en Córdoba, dejó un tanto y un pase de gol en 34 partidos.

Confianza y energía

El Oviedo empezó con derrota en Valladolid. En la segunda jornada, en el estreno en casa, el equipo de Fernando Hierro no falló y se impuso (2-0) al Almería. Nando marcó el primer gol de la temporada, fue el tercero desde que firmó como carbayón. En la primera parte de la pretemporada, con el Valencia, entendió por dónde pasa su futuro. Ya en el Requexón siguió apretando. Ahora mismo está a tope físicamente y también de coco. La confianza de Fernando Hierro es fundamental. El extremo es una apuesta firme del entrenador, que llamó al cuerpo técnico del Valencia para conocer a fondo al jugador antes de firmarlo. El feeling recíproco. Ese fue otro de los motivos por los que apostó por el Real Oviedo: ambición, exigencia y presión en un club pensado para pelear el ascenso y en una plaza grande como el Carlos Tartiere. En las primeras jornadas está destacando en asistencias de remate producidas y recuperación de balón. En números es el jugador mejor valorado de segunda.