Profesionalidad, compromiso y orden. Esos son los valores mínimos que ha de respetar todo equipo que se precie. El miércoles, Pako lanzó un mensaje claro a su plantilla en esta dirección. Por primera vez esta temporada, el entrenador pudo trabajar con todo el equipo e insistió en respetar los «valores del club»Pako. El discurso tuvo un fondo cien por cien positivo, el objetivo es transformar el grupo en un bloque. Todas esas cualidades también se entrenan. Transmitir todos esos principios es fundamental y no es sólo cuestión de palabra. SUPER ha tenido acceso al régimen interno del Valencia 2016/17 y los requerimientos apelan al orden y al sentido común. El futbolista debe cuidar la puntualidad, tiene que ser ordenado con el material, no puede faltar a las sesiones de tratamiento y readaptación, está obligado a «ir adecuadamente vestido» y utilizar el móvil durante las charlas, las reuniones o en el gimnasio también tiene multa.

No es el código de un centro militar. El régimen interno insiste en la responsabilidad y la formalidad. Eso sí, el club tiene autonomía para frenar en seco la falta de actitud en los entrenamientos. Recogido como falta grave, el cuerpo técnico puede expulsar a un futbolista de una sesión de trabajo o apartarlo si entiende que su conducta no es la adecuada. Hay condiciones innegociables.

Programar la alarma

No llegar puntual a la hora que el equipo está citado y no firmar hoja de control de asistencia es una falta leve y la multa de 50 euros. La cuestión sube de nivel cuando el futbolista llega tarde al entrenamiento, con la sesión iniciada; la falta es grave. El castigo, no trabajaría dentro de la dinámica del grupo y la sanción sería de 3.000 euros.

El tercer nivel sería un semáforo en rojo total: no asistir al entrenamiento, sin justificación, sería falta grave, con 6.000 euros por pagar.

Control médico y tratamiento

El retraso a las sesiones de tratamiento, readaptación y citas con el equipo médico también están contempladas. En ese primer nivel, la multa sería de 50 euros y el nivel, leve. No acudir es falta grave y la sanción económica salta a los 3.000 euros.

La ´etiqueta´ y los teléfonos

La sanción más alta en el apartado económico (6.000 euros) corresponde con la no asistencia, sin justificar a un entrenamiento. La expulsión del entrenamiento queda bajo el gobierno del cuerpo técnico. Superdeporte ha podido acceder al documento que el club ha repartido en la plantilla y que guarda los puntos que se han decidido destacar.

El código recoge distintos puntos, como devolver material a su lugar (botellas de plástico, material de gimnasio, toallas), con su correspondiente multa económica. También la vestimenta: no ir adecuadamente vestidos respecto a la uniformidad del club y del equipo no llegar a la hora equipados es una falta leve con importe de 500 euros. El uso del móvil es un clásico en estos apartados. Pako lo tiene claro; durante las reuniones, las charlas o en el gimnasio no se toca. La falta es leve, son 100 euros y creciendo.