Carlos Soler está más cerca que nunca de su debut oficial con la camiseta del Valencia. Un sueño que ya han cumplido sus compañeros Toni Lato y Rafa Mir, pero que se le resiste al joven centrocampista de la casa. El canterano viajará esta tarde a Bilbao como cuarto mediocentro del primer equipo ante la baja obligada de Enzo Pérez por sanción. La idea de Pako Ayestaran es juntar en el trivote a Mario Suárez, Dani Parejo y Álvaro Medrán y dejar a Carlos en el banquillo como primera alternativa para el centro del campo. Tiene el debut al alcance de la mano. Ya le toca.

El prometedor centrocampista de 19, en dinámica de primer equipo desde la última semana de la pasada temporada, podría debutar contra el Athletic de Bilbao. Curiosamente, contra el primer rival que pudo hacerlo la temporada pasada. Fue el pasado 17 de marzo. En el partido de vuelta de los octavos de la Europa League contra los de Valverde disputado en Mestalla.

Carlos llegaba con la renovación bajo el brazo. La misma que no le permitió debutar como Lato una ronda antes en Viena. Aquella noche se sentó en el banquillo por primera vez, pero no tuvo la oportunidad. Repitió el año pasado contra la Real Sociedad en la última jornada y esta temporada ante Las Palmas, Eibar y Betis, pero todas sin suerte. Ahora, medio año después, Bilbao puede volver a ser talismán para él.

El destino es muy caprichoso. Los padres de Carlos Soler pasaron las vacaciones este verano en el País Vasco y pasaron al lado del nuevo San Mamés. Le hicieron una foto que mandaron a Carlos y pensaron lo bonito que sería que su hijo jugara algún día en ese estadio. Pues bueno, la realidad puede ser todavía mejor que aquel sueño. Carlos puede debutar en La Catedral. El mismo escenario donde ya lo hizo Vicente Guaita en su día por otra lesión, la de Renan Brito. La ausencia de Enzo da vía libre al jugador para viajar con la esperanza de debutar. Falta él. Rafa Mir y Lato ya lo hicieron la pasada temporada y el delantero también ha tenido minutos contra Las Palmas y Eibar.