Hay tantas urgencias que atender y el mercado de invierno queda todavía tan lejos que el nuevo entrenador del Valencia llega a decir que ahora «no podemos pensar en fantasías sino en realidades», pero el objetivo de reforzar el equipo en el mes de enero es un hecho y el club está en condiciones de afrontarlo. Así lo reconoce el director deportivo García PitarchGarcía Pitarch, cuando se le preguntó por la nueva situación después de haber equilibrado las finanzas en la recta final del mes de agosto gracias a traspasos millonarios como los de Mustafi y Paco Alcácer. Sobre la posibilidad de fichar confirma Suso que «la realidad es positiva en el fair play, es una decisión del club», una decisión sobre la que ya ha tratado Cesare Prandelli tanto con él y la presidenta como con el propietario, durante su visita de la pasada semana a Singapur.Cesare PrandelliSingapur

El italiano se pone manos a la obra con la idea de introducir nuevas ideas y dinámicas de trabajo que contribuyan a exprimir el potencial de la plantilla actual, pero sin perder de vista las posibilidades que ofrezca el mercado en los próximos tres meses. Las decisiones sobre fichajes se tomarán en su momento por el propietario y su consejo de administración, pero el nuevo técnico tiene la promesa. Ya se ha hablado de posiciones, sobre todo centro del campo y delantera, incluso de nombres en concreto. Aunque Prandelli coge el equipo en puestos de descenso, con cinco derrotas en siete partidos, hay un objetivo claro que es regresar a Europa y cuanto antes mejor. «Se ha consumido tiempo, el objetivo es la estabilidad, que las personas que trabajan en el club tengan tiempo para desarrollar su trabajo y mantener un objetivo de estar en Europa, el Valencia no debería dejar nunca de estar en Europa. Todos somos felices si el equipo está en competición europea», se atreve a decir el director deportivo, que por primera vez en muchos meses vuelve a fijar el objetivo en Europa.

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La planificación de la temporada no se puede entender sin todos los errores cometidos en los últimos años, los de la era Peter Lim y también los anteriores. Quedarse fuera de Europa fue solo la puntilla, antes hay que contar el descenso en los ingresos por abonados y por publicidad, la ausencia de un patrocinador importante, una campaña en la Champions League por debajo de las expectativas y previsiones económicas, la obligación de amortizar fichajes como los de Negredo, Enzo Pérez o Rodrigo Moreno, que para colmo no habían traducido su elevado coste en rentabilidad deportiva. Por último y no menos importante, el peso de tener que provisionar en las cuentas alrededor de 30 millones de euros para asumir las multas de la Unión Europea y Hacienda por irregularidades cometidas fundamentalmente en la etapa de Manuel Llorente. «La realidad es que se toman las decisiones condicionadas por las circunstancias, en mayo teníamos que reducir el fair play porque había un desfase de cien millones», explica García Pitarch a cuento de una pregunta por la apuesta fallida de Pako Ayestaran.García PitarchPako Ayestaran. «El club debatió si era mejor apostar por un entrenador experto a coste alto o uno más joven, sin experiencia pero con profesionalidad. Valoramos dos posibles entrenadores en ese perfil y se agradeció a Pako haber hecho un esfuerzo la pasada temporada, merecía tener la oportunidad de empezar un proyecto con el club, como la han tenido Pizzi, Djukic o Pellegrino. Todos hubiéramos querido que saliera bien. Ahora, en un nuevo escenario, con un fair play equilibrado el club ha pensando que no había que tomar riesgos apostando por un entrenador emergente, necesitábamos un entrenador importante con experiencia y prestigio. En mayo no pudimos pero en este caso sí hemos optado, hemos descartado entrenadores mas jóvenes».

Las decisiones que se tomaron en mayo, cuando no se había producido ninguna venta y el objetivo inmediato era quitarse fichas y amortizaciones costosas como la de Negredo, o buscar refuerzos a bajo coste como Medrán y Montoya, salieron mal. El riesgo era evidente, Pako perdió los primeros cuatro partidos y lo pagó con la destitución: «el Valencia busca tener estabilidad y la base de la estabilidad son los resultados, sin ellos no puede haber estabilidad, sería un contrasentido. Necesitamos resultados, el club tiene un proyecto que quiere fundamentar en determinadas personas y a todos nos hubiera gustado que Pako hubiera seguido mucho tiempo, pero no ha sido posible y este club no es paciente. Hemos de reflexionar todos de la exigencia, la presión y la acidez de las críticas, el club es sensible a esa presión y eso dificulta la estabilidad. Esperemos que los resultados acompañen a que el proyecto sea estable».