Para Prandelli, italiano aunque contracultural en su faceta futbolística, la preocupación número uno como entrenador del Valencia es lograr que el equipo crezca desde atrás hacia adelante. Esa es su primera misión. El nuevo dueño del banquillo de Mestalla ya ha hecho su análisis de situación y sabe por dónde va a comenzar a meterle mano a la plantilla para ponerle sello a su Valencia. Cesare estrena esta etapa visitando la redacción de SUPER, donde ayer trazó las líneas maestras de una radiografía que empezó a llevar a cabo justo después de recibir la primera llamada en nombre del club. «No había visto ninguno pero desde ese momento en el que sonó mi teléfono, el primer contacto, he visto todos los partidos del Valencia», dice. Lleva unos días en la ciudad pero el italiano ya sabe qué tiene entre manos. En su cabeza están las ideas y ahora llega la hora de implantarlas. ¿Por dónde empezar? «No debemos pensar en grandes metas sino en mejorar de una semana a otra. Es decisivo mejorar el aspecto defensivo, dotar de equilibrio al equipo y tener dos o tres ideas claras».

En su ideario la palabra «equilibrio» es mucho más que una muletilla de constante repetición. La dijo tras presenciar el partido ante el Atleti en Mestalla, la dijo también en su presentación y la repite una y otra vez durante su estancia en SUPER. «Para mí el equilibrio es cuando la línea defensiva, la línea del centro del campo y la línea de ataque se mantienen siempre a la misma distancia. Cuando entre estas tres líneas hay mucho espacio no hay equilibrio», desvela en una reflexión que suena a diagnóstico y que al mismo tiempo descubre parte de su esencia. Y es que, en su óptica, el orden es un ingrediente definitivo en el fútbol. A partir de ahí, persigue la idea de conseguir «un equipo compacto» y añade: «cuando se defiende, defenemos todos, con agresividad», una afirmación que despeja cualquier especulación sobre el estilo y que lo sitúa sobre una visión realista de la situación.

El italiano no es ningún idealista. Se maneja desde el primer instante con absoluta nitidez. Sabe qué teclas tiene que tocar. Los resultados llegarán o no llegarán pero tiene buena pinta. La tercera pata de su hoja de ruta para relanzar al Valencia es «conquistar el balón un poco más alto, más cerca del área». Esas tres ideas madres son las que quiere empezar a implantar durante este paréntesis de la competición por compromisos internacionales. Prandelli ya ha tenido la primera toma de contacto con sus jugadores. Fue el lunes. «La primera cosa que les he dicho es que no tenemos tanto tiempo para mejorar como nos pensamos. Necesito mucha participación y concentración por parte de ellos para hacer más fácil el meterme en la cabeza de 20 jugadores. Fue un encuentro positivo», argumenta convencido.

El estado físico, a mejorar

El tiempo, como él mismo dice, puede llegar a convertirse en un problema y lo ideal quizá hubiese sido que hubiera llegado en verano. Entonces, salió su nombre en medio del proceso de renovación de Ayestaran, aunque él aclara que fueron «solo rumores». La realidad es que el Valencia ahora mismo no tiene ningun margen de maniobra y debe estar por encima de cualquier circunstancia para encontrar un camino. «No puedes hacer milagros, eso está claro», introduce, «pero si estas dos semanas mejorarmos algunas cosas será positivo. Este es un equipo técnicamente bueno, un equipo que ahora mismo lo que debe hacer es compactarse, ser eso, un equipo». Y para lograr conseguirlo apuesta por reeducar al equipo en el apartado físico. La labor de Ayestaran, más allá de su pasado como preparador físico, no ha tenido grandes resultados. «Creo que hay que redistribuir las fuerzas del equipo. Al final de cada partido vemos los resultados de la ´performance´. No me gusta que haya jugadores que hacen doce kilómetros en un partido y otros que hacen nueve kilómetros. Quiero que todos los jugadores formen una misma masa de trabajo».

En este sentido, analiza que «después de una hora de partido el aspecto físico pesó más que el aspecto técnico, cuatro jugadores sufrieron problemas, puede ser que no consiguen llegar al tramo final en un gran estado de forma, por eso mismo creo que debemos de llevar al equipo a un nivel físico más alto». Su mensaje no deja lugar a la duda. Quiere potenciar el estado físico de la plantilla. Y añade: «eso es táctico y físico pero sbre todo es saber qué cosa tienes que hacer. El equipo corre, el equipo quiere, pero hay aspectos que todavía no están coordinados». A pesar de esa realidad argumenta que el partido contra el Atleti «se jugó bien, con una buena atmósfera» y destaca la «sintonía» que hay entre el equipo y la afición, algo que le llama poderosamente la atención. En positivo, claro está: «cuando tu trabajo está en un sitio donde están estos aficionados y este estadio debe ser un orgullo, nunca un problema».

El espíritu y la «mentalidad»

El aspecto que más le gustó de su primer partido en Mestalla fue el «espíritu» del equipo. «Antes de ese partido», justifica, «el Valencia era un equipo que jugaba pero parecía que no tenía tanto carácter. Es cierto que se perdió pero el equipo, en el aspecto del carácter, respondió bastante bien». Cuando se le pregunta por las expectativas y los objetivos, Prandelli exhibe un discurso hipersensible que contrasta con un contexto generalizado de brocha gorda. La conversación que tuvo con Ranieri, en la que el técnico romano del Leicester le resolvió algunas claves de lo que se iba a encontrar, fue bastante prolífica. «Es básico entender la mentalidad del valencianista, saber qué quiere la gente. Eso ya es un paso. Se puede hablar de técnica, de táctica, se puede debatir con los jugadores... pero debes entender en qué contexto estás y qué te pide la gente. Si entiendes esto ya has entendido casi todo. Este sitio me recuerda a Florencia, existe una debida relación. Allí también se vive el fútbol 24 horas del día. La gente te pide que salgas a ganar, debes ganar. No hay excusas. Aquí tenemos que ganar. Si jugamos contra el mejor equipo del mundo la mentalidad debe ser que tienes que ganar. Después a lo mejor no ganas, pero debes ir a ganar».

La intención del italiano es relanzar al equipo. Inyectar confianza, crecer en el aspecto físico, añadir cemento entre líneas, ensamblar la plantilla como un bloque y asumir un guion competitivo son etapas de un proceso que, en función del tiempo de ejecución, marcará las expectativas del Valencia. Por el momento el técnico reconoce que no piensa en el mercado de fichajes, aunque sabe que está ahí a medio plazo: «en este instante sería un gran error pensar en el mercado. No debemos pensar en ello por ahora, tenemos por delante tres meses para mejorar en los jugadores que tenemos. Después ya veremos». Entre tanto, al ser preguntado por cuál es su perfil favorito de delantero, una de las posiciones a reforzar, Prandelli comenta que ha tenido a sus órdenes a jugadores de todos los perfiles pero responde tajante. Por encima de perfiles, le gustaría tener «uno que haga goles».

Cara a cara con Peter Lim

El entrenador defiende que no le costó decidirse. «Cuando me llamó Suso», relata, «la idea me fascinó por completo. Este es un reto difícil, es un club apagado profesionalmente. Prefiero afrontar un reto difícil que volver a un reto fácil. Le expresé mi disponibilidad. Después tenía que hablar con Peter Lim para entender su voluntad y qué quiere del equipo». No era la primera vez que podía llegar al banquillo. Y es que Prandelli admitía mientras recorría los pasillos de la redacción de SUPER que Carboni lo había intentado fichar en su etapa al frente de la dirección deportiva. Aquel era un Valencia distinto al actual. Esta vez ha tenido que ir a Singapur a mirar a los ojos del propietario y pasar la prueba definitiva.

En ese encuentro Lim le expresó sus planes. «Me ha hablado de su vida profesional y de aquello que quiere para el Valencia. Me ha dicho que con tiempo él ha construido su imperio y él ahora quiere reconstruir el Valencia y llevarlo a Champions . Ese es su objetivo pero no me ha dicho el tiempo, si son seis meses, un año... No. El tiempo necesario. Lo primero es estabilizar el sistema financiero, muy importante para garantizar el futuro de esta entidad, y lo demás es cuestión de tiempo. Solo necesitamos paciencia. Tenemos que trabajar pensando en qué es lo que piensa Peter Lim. Hay una dirección económica y deportiva para el club», dice.