El Valencia CF tiene puesta su atención en el desenlace de la fase de clasificación para el próximo Europeo Sub´21. Munir y Gayà serán titulares esta tarde en Pontevedra (18:00 horas, Cuatro), donde los de Celades se la juegan en una última jornada de infarto. Está todo en juego. Santi Mina, que no ha acudido a esta llamada para poder recuperarse al cien por cien de su fascitis plantar, lo seguirá desde su casa. También Medrán, que está en la edad y podría hacerse un hueco en caso de irrumpir con fuerza en Mestalla. Hay que ganar a Estonia y cruzar los dedos para que se produzca un empate entre Croacia y Suecia, las otras selecciones que aspiran a la primera plaza, que da acceso directo. Ese sería el escenario ideal. No es el único. España podría lograr la clasificación a través de una repesca a la que acuden los mejores ´segundos´. Tres equipos y dos puertas por las que acceder al Europeo. Una de ellas, con asterisco. El panorama resulta alentador para un equipo de enorme potencial pero que en los últimos meses ha protagonizado pinchazos injustificables contra Croacia en León y Suecia en Malmö, dos episodios que abrieron un boquete importante en las opciones de clasificación. Aquello puede quedar retratado hoy como una sola anécdota.

Tras ausentarse de las últimas grandes citas, España está obligada a hacerse con un billete para Polonia para que su prestigio como selección en las categorías inferiores no siga difuminándose a golpe de fracaso. Gayà y Munir tienen hoy esa responsabilidad sobre sus hombros. Ambos van a ser titulares en la batalla definitiva ante Estonia, un rival de bajo perfil al que la Rojita debe ganar sin complicaciones. La primera parte del plan es casi indiscutible. Un guion distinto probablemente dejaría al equipo sin opciones. La última comparecencia del de Pedreguer invita a soñar. Gayà brilló el pasado miércoles ante San Marino, donde demostró con dos asistencias de gol que su rendimiento cada vez está más cerca del de su primera temporada en la élite, donde captó la atención de todo el planeta. Con diecinueve años se convirtió en uno de los jugadores de mayor impacto en los partidos del Valencia. Tras una temporada en la que la lesión en el pubis lo dejó KO, ha vuelto con ánimo de revancha. Y está más afinado que nunca. Sus centros desde el costado llevan ahora una precisión matemática.

En San Marino le sacó una sonrisa a Munir, que llevaba sin marcar desde hacía justo un mes, en el último compromiso de la Sub´21, precisamente contra el mismo equipo. Su dinámica en el Valencia no está siendo todo lo fructífera que él esperaba. Más bien al contrario. El atacante hispano-marroquí está viviendo con dificultad el contraste que hay entre actuar -como secundario- en el Circo del Sol y buscarse la vida por sí mismo en un contexto lleno de necesidad, alejado de los fuegos artificiales. El ´9´ lo intenta. Tiene maneras, pero hasta la fecha no ha demostrado todavía ser eficaz. El miércoles, un balón enviado desde la izquierda por su socio Gayà le servía como planca para desatascar el cañón. Cabezazo y al fondo de la red... Munir volvía a marcar y reforzaba su confianza.

Munir, referencia de ataque

Falta le hacía. El atacante acumulaba frustración semana tras semana. Sus ganas de agradar y de demostrar son evidentes pero no encuentran una recompensa cuando viste de blanquinegro. Hoy será la referencia ofensiva del conjunto que dirige Celades. El nueve de la selección española Sub´21. Gayà también es fijo en el lateral izquierdo. El de Pedreguer está en un momento envidiable y el seleccionador quiere aprovecharlo. Sus incursiones por la banda pueden ser una de las grandes bazas de España para hacer daño a Estonia. Además, su principal contendiente por el puesto en el once, Alejandro Grimaldo, ha abandonado la concentración por lesión. Se la juegan. Hay que ganar y cruzar los dedos.