Cesare Prandelli fue claro con sus jugadores desde el primer día. Para ser un bloque primero hay que potenciar el nivel físico de la plantilla. El técnico se presentó en el vestuario el pasado 3 de octubre con un breve discurso de bienvenida de un minuto dirigido al aspecto físico. «Ya habrá tiempo para hablar de táctica, ahora quiero que ganéis en fuerza y en intensidad». Lo dijo solo un día después de comprobar en primera persona cómo su equipo se cayó físicamente en la última media hora contra el Atlético de Madrid y cuatro de sus futbolistas —Luis Nani, Eliaquim Mangala, Enzo Pérez y Dani Parejo— acababan el partido con problemas muscularesproblemas musculares. Aquel primer mensaje al grupo era toda una declaración de intenciones. Así lo fue confirmando públicamente en todas y cada una de las entrevistas que concedió a los medios de comunicación. De la teoría pasó rápido a la práctica. Fue dicho y hecho. Desde aquella misma tarde el italiano puso en marcha su particular pretemporada en pleno mes de octubre con circuitos físicos, trabajos de explosión, pesas, series de carrera continua, las habituales pruebas veraniegas de lactato y, desde ayer, la famosa rampa de la ciudad deportiva.

El técnico italiano recuperó la rampa de Paterna. Todo un símbolo de las instalaciones blanquinegras en desuso y olvidado por muchos de los últimos entrenadores. También en esto Claudio Ranieri es un espejo para Prandelli. Y es que, aunque Jorge Valdano y su preparador físico Alberto Giráldez ordenaron construir la rampa en el verano de 1996, fueron Ranieri y su ‘General’ Roberto Sassi los que le sacaron mayor rendimiento. De hecho, nada más llegar al banquillo detectaron que el desnivel de la rampa no era de su agrado y ordenaron al club construir una con mayor pendiente que exigiera más esfuerzo a los jugadores. Casi dos décadas después, Cesare hereda ese rincón casi sagrado de la ciudad deportiva en busca de potencia física. Es su rampa de lanzamiento hacia un Valencia mejor.

Prandelli y su preparador físico Valter Vio exprimieron desde allí a los jugadores en una sesión de alto rendimiento físico. El cuerpo técnico exigió a sus futbolistas que dieran el cien por cien y les animó uno a uno en sus intervalos de alta intensidad. Los técnicos midieron los tiempos de los futbolistas en cada ejercicio. Trabajaron en tres grupos. Por una parte Abdennour, Soler, Lato y Rafa Mir que venían de competir en los últimos días con Túnez y el Mestalla respectivamente. Otro de los grupos estaba formado por Mina, Jaume y Mario y, por último, el resto de jugadores disponibles.

Abonado a las dobles sesiones

Prandelli puso el martes el broche a su segunda doble sesión con el objetivo del italiano es reeducar al equipo en lo físico. Así lo confirmó en SUPER. "Los jugadores no consiguen llegar al tramo final en un gran estado de forma, por eso mismo creo que debemos de llevar al equipo a un nivel físico más alto. Creo que hay que redistribuir las fuerzas del equipo. No me gusta que haya jugadores que hacen doce kilómetros en un partido y otros que hacen nueve kilómetros. Quiero que todos los jugadores formen una misma masa de trabajo". En ello está. No hay más que ver sus entrenamientos.