Con la inquietante sombra de la multa de 23 millones de euros por parte de la Unión Europea por el aval público que concedió la Generalitat Valenciana a la Fundación del Valencia en 2009, el Valencia sigue trabajando en el mercado de delanteros para reforzar el equipo en el mercado de invierno. Será sobre mediados de noviembre cuando el club de Mestalla sepa si tiene que depositar un millón encima de otro hasta los 23, algo que desde el punto de vista financiero supone un esfuerzo tremendo porque ni los clubes ni las empresas trabajan poniendo el dinero líquido, lo que mediatizará de manera evidente las posibilidades del club de Mestalla de reforzarse. Es una cuestión púramente matemática. Es más, la planificación del pasado verano ya estuvo enfocada a que no se generase más deuda ante la posibilidad de la multa.

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Al respecto el Valencia trabaja en el recurso a hacer a las instituciones europeas al tiempo que espera que el gobierno valenciano vaya de su mano en este asunto. Pero paralelo a la multa debe ir el trabajo de los técnicos que deben buscar en el mercado los diferentes perfiles disponibles teniendo en cuenta esta circunstancia económica. En este sentido, este diario ya informaba ayer de que entre el nuevo entrenador, Cesare Prandelli, y el director deportivo Jesús García Pitarch, hay consenso con un nombre que está sobre la mesa y no es otro que el italiano Zaza, que juega cedido por la Juventus en el West Ham de la Premier League.

El fichaje de Zaza, que podría llegar cedido, no sería en cualquier caso una operación económica porque el futbolista pertenece a la Juventus, un grande de Europa y tiene una ficha muy importante, por ello sobre la mesa hay otras opciones que encajarían en caso de que la Unión Europea se cebe con el club de Mestalla.

Se trata del también italiano Gilardino, un futbolista ya veterano y que hasta podría llegar libre. Se trata de un delantero clásico y con experiencia que responde a un perfil que a día de hoy no tiene el club de Mestalla en su plantilla. Según informa la Gazzetta dello Sport, el italiano, de 34 años de edad, estaría en el radar valencianista para el mercado invernal por deseo de Cesare Prandelli. El italiano es su mentor, fue el encargado de lanzarlo al estrellato, primero en el Parma, después en la Fiorentina y lo utilizó también en su etapa como seleccionador de Italia. Este pasado verano fichó por el Empoli, donde llegó libre después de terminar contrato con el Palermo.

El vestuario lo ha acogido, está integrado, pero existe un problema. No marca. Ha jugado 300 minutos y lleva cero goles en un equipo que tan solo ha visto portería en dos ocasiones durante el tramo inicial del campeonato italiano. Allí ha jugado tres partidos de titular de los cinco que ha disputado el Empoli. ¿El origen de esta situación? Gilardino estaba habituado a practicar un fútbol en un sistema que potenciara sus virtudes como finalizador o como nueve clásico y ahora está obligado a hacer grandes esfuerzos y abarcar demasiado terreno para explotar sus condiciones. En Italia ya hay voces que hablan de un futuro en Valencia. Gilardino es campeón del mundo y tiene una hoja curricular potente. Está en la recta final de su carrera, aunque su mejor rendimiento lo ha dado siempre con Prandelli.