ONCE del Valencia CF: Alves, Gayá, Mangala, Garay, Montoya; Mario Suárez, Enzo Pérez, Parejo, Nani, Cancelo y Rodrigo

ONCE del FC Barcelona: Ter Stegen; S.Roberto, Umtiti, Mascherano, Digne; Rakitic, Iniesta, Busquets; Messi, Neymar y Suárez

Otro canto al cariño verdadero. Otra vez Mestalla Mestalla lleno y otra vez al estadio con la ilusión de creer que es posible a pesar de las muchas certezas que se presentan en contra. Y a pesar de Leo Messi, y de Luis Suárez, y de Neymar o Iniesta. ¡Todos a Mestalla! Otro acto de fe y de valencianismo puro sin esperar nada a cambio. Nueve puntos en ocho jornadas, tres entrenadores en ocho partidos, cuatro derrotas en las cuatro primeras jornadas de Liga y con el recuerdo de la temporada pasada, que desde la estadística es la tercera peor temporada de la historia del club.... y el campo a reventar. ¿Alguien da más por menos?

La portada de la edición de este periódico del viernes decía algo así como que la receta de Prandelli para recibir al FC Barcelona son alma y corazón, y que desde es punto de apoyo el Valencia se levantará otra vez porque siempre se levanta. Y ahí está ahora, de pie y mirando sin miedo y desafiante a los ojos del que seguramente es el mejor equipo del mundo. ¿Y qué? A un partido en Mestalla todo es posible y más si enfrente está el FC Barcelona. FC Barcelona. ¡Cuántas veces se ha medido a los catalanes con el cartel de víctima y ha salido victorioso! La última fue hace ahora diez meses, en Liga; lo que se suponía sería un paseo azulgrana terminó en empate a uno y con el Valencia rematando a gol en los instantes finales en busca de la victoria. Como la que sí consiguió contra todo pronóstico en el Camp Nou en la segunda vuelta del campeonato. Ese día tampoco nadie daba un duro por él.

Alguno dirá que el artífice de esta repentina resurrección es Prandelli y su buen hacer, su sabiduría a la hora de manejar el entorno y crear una atmósfera positiva para los jugadores y también para los aficionados. O será su victoria en Gijón o que ha seguido los consejos de Ranieri y ha sabido encontrar bien pronto el equilibrio entre lo que pasa en el terreno de juego y lo que pasa fuera de él. Pero la realidad es que no es por el italiano a pesar de que ha puesto su granito de arena. El valencianismo está hoy de pie en esta tarde de sábado en Mestalla aunque nadie cree en él porque esa es su esencia misma. El valencianismo desafía hoy a Messi y compañía porque es ganador siempre, porque se siente ganador hasta que el fútbol le demuestre lo contrario. Porque entiende el fútbol como un reto contra Barça y Madrid, y si no le puede pelear la Liga, por lo menos ganarle la batalla pequeña, el partido. Ganarles al fin y al cabo. Les ha ganado muchas veces y ¿por qué no iba a ser hoy una más? ¿Dónde está escrito?

Pero querer ganar a este todopoderoso Barcelona no es sinónimo de vivir alejado de la realidad o ser un iluso por tener una ilusión. Algunos motivos hay para creer. El primero que ya le han ganado dos equipos esta temporada y el segundo que el primer paso para lograr la victoria es creer en ella. Los aficionados creen y a sus futbolistas les exigen que crean y que lo demuestren sobre el terreno de juego. Después, que gane el mejor. Dalo todo y Mestalla todo te lo devolverá. La ecuación es fácil y está escrita desde los siglos de los siglos aunque el perro viejo de Prandelli ya parece haberlo aprendido: «Para nosotros el público de Mestalla es muy importante, lo primero que tenemos que hacer es trabajar muy fuerte y demostrar coraje para que la gente se enganche desde el minuto uno. El público nos debe arrastrar pero nosotros debemos ser los protagonistas». No hay billetes en Mestalla. ¿Quién tiene miedo ahora?