El equipo queda reforzado por el fondo y las formas. Pese a la derrota, el bloque ofreció un salto competitivo evidente. El Valencia (casi) siempre ofrece un plus en los partidos grandes, pero los 90 minutos tienen sustancia. Deben ser una referencia. No fue un partido perfecto en su gestión última. El propio Prandelli lo comentó en rueda de prensa: hubo tres contragolpes claros en la recta final en los que faltó un último pase, más madurez para cerrar el partido y no dejar opción a esa última ocasión en la que Abdennour (después de su mejor partido en Mestalla) metió la pata ante Luis Suárez. "Mejor un equipo con coraje y hambre de ganar, que uno tímido", excusó el mister. Casi todo lo demás funcionó a alto nivel: La mentalidad, el plan de juego y la mejora evidente en el rendimiento individual de la mayor parte de los futbolistas. El Valencia tuvo momentos en los que fluyó sobre el campo, dejó a un lado el sufrimiento y los complejos para jugar de tú a tú. Tras un primer tiempo de contención, el Valencia dio un paso al frente en el segundo y presionó arriba buscando el triunfo, el partido se abrió (obviamente), ganó el Barça por su fuerza a balón parado, por pura pegada, pero el Valencia también pudo hacerlo e hizo más puntos a nivel competitivo.

Después del descanso, el equipo debe empezar a trabajar más convencido y reforzado en su idea. Como dijo Prandelli, el próximo partido será todavía más difícil, porque los rivales ya saben que el Valencia ha mejorado. Más allá de la organización, de la estructura, de la presión inteligente, del ritmo, el ataque rápido, del despliegue físico, la mejor noticia que deja el partido es la ´mente limpia´ de muchos futbolistas que hasta la fecha no habían ofrecido su mejor versión por la inestabilidad. Las tres semanas de Prandelli han cristalizado en el mejor Montoya, el mejor Mangala, el mejor Enzo, el mejor Mario, el mejor Rodrigo, el mejor Joao Cancelo y así sucesivamente con casi todos; Abdennour, incluido. Lástima de penalti. Hasta Munir encontró su primer golazo como valencianista. El circuito juego-funcionamiento colectivo-individualidades se ha activado. Ahora debe tener continuidad inmediata ante el Depor.

Prandelli demostró ser práctico y valiente. En el primer acto, contuvo con una presión media, no quiso que el Barça corriera. En la segunda, con 0-1 en el marcador fue a por el partido. Dio un paso o dos al frente y atacó la yugular culé con acierto. El desgaste del partido ante el Manchester City se sintió, también la acción valencianista que planteó un partido muy exigente en el plano físico... táctico y emocional.