Todavía no se ha cumplido un mes desde que Cesare Prandelli aterrizó en Valencia, pero en ese tiempo escaso la labor del entrenador italiano tiene cautivada a la mayoría del vestuario. Ezequiel Garay, uno de los hombres llamado a liderar el equipo, definió la simbiosis que existe entre los futbolistas y el nuevo técnico. "El trabajo del cuerpo técnico lo estamos viendo muy bien. Tanto el entrenador con nosotros, como nosotros con él, hemos encajado perfectamente. Sabemos las ideas que tiene y las estamos reflejando en el campo", indica el central de 30 años.

El internacional argentino valora los progresos que ha traído el trabajo diario con el exentrenador de la selección italiana. El ex del Zenit no duda de que el principal éxito de Prandelli es haber fortalecido la idea de "equipo", haber logrado que portero, defensas, centrocampistas y delanteros comiencen a moverse en el campo como una sola unidad. Es decir, el "equilibrio" que en sus primeros días en la ciudad el míster diagnosticó como el valor del que carecía el conjunto blanquinegro. "La mano del entrenador se ha notado en el hecho de ser un equipo, en el hecho de defender y atacar todos. Y esa es la base fundamental para conseguir los buenos resultados", añade el central valencianista.

El discurso que ha corrido estos días entre los técnicos y los jugadores versa sobre el objetivo de "mantener" la intensidad y la concentración colectiva exhibida el pasado sábado ante el Barcelona. El plan táctico podrá variar en función de los matices del rival de turno. Sin embargo, el compromiso de los once futbolistas en el campo es innegociable para un Valencia "necesitado". La seriedad mostrada en El Molinón y, sobre todo, la segunda parte contra los culés han quedado como ejemplo positivo de lo que debe hacerse cada semana para encadenar victorias y, en consecuencia, no perder el tren de la cabeza de la Liga. "Nuestra meta es ganar al Depor y después pensar en volver a salir victoriosos contra el Celta. Necesitamos puntos de tres en tres para poder prendernos arriba de la tabla, hacernos con ese objetivo que todos queremos, estar en Europa", dice Garay.

La rabia del Valencia-Barça

"Creo que hicimos un grandísimo partido frente al Sporting y el Barcelona, a pesar de no haber sumado puntos, merecimos ganar. Ahora viene en A Coruña un partido muy importante y necesitamos tres puntos, son muy importantes...". En el mensaje del argentino resulta evidente que el vestuario está especialmente concienciado con el duelo en Riazor. La "necesidad" aprieta tras un comienzo de Liga pésimo y el duelo es una cita vital en la misión de confirmar la reacción a las órdenes de Prandelli. Razón por la que el técnico pide al equipo que no baje la guardia, que mantenga la tensión competitiva, pese a la diferencias de escenarios entre un Valencia-Barça en Mestalla y la visita a uno de los equipos que peores momentos está pasando en la Liga.

"Nos dio rabia la derrota con el Barcelona porque merecimos ganar, hicimos un grandísimo esfuerzo y un muy buen partido de fútbol. Planteamos el partido muy bien, les hicimos muchísimo daño e irte a casa con la derrota siempre es negativo... La revancha no será el partido contra el Deportivo, pero sí vamos con muchas ganas de vencer. Sabemos que estamos haciendo las cosas muy bien y que, partido a partido, vamos a mejorar", explica el ‘24’ blanquinegro.

Ezequiel Garay argumenta que el grupo no desea obsesionarse con el objetivo de la portería a cero. "Cada fin de semana lo intentamos, aunque hoy en día es una tarea complicada en un fútbol donde cualquiera le gana a cualquiera. El otro día le hicimos dos goles a uno de los mejores equipos del mundo". El central argentino, por último, se refirió a la fiesta de la afición en Almenara: "Desde niño siempre quise el autógrafo de mi ídolo y verlos ahora felices por mí me enorgullece".