Prandelli no se fía un pelo del Deportivo. La visita a Riazor se incrustó en la mente del italiano justo en el mismo instante en el que se consumó la derrota ante el Barça. La buena lógica del técnico gobernaba el día a día, la polémica nunca lo distrajo su objetivo. Supo desde el primer momento que el de hoy será un partido "distinto". Será distinto al del Sporting, en el que su debut en el banquillo llenaba la cita de particularidades, cambiando por completo el panorama. Y también será distinto al del Barça. El contexto será similar al de Gijón, resistir y golpear, más que al del frenesí vivido en Mestalla, donde el Valencia, especialmente en la segunda mitad, fue más abierto, agresivo, valiente y peligroso, si bien asumió más riesgos. La clave está en que el partido en A Coruña, en plena etapa de de conocimiento y de convencimiento, marcará tendencias. "Será distinto. Nos enfrentamos a un rival muy organizado, muy difícil de afrontar, y hemos trabajado durante la semana en función de solo este partido. Hay que olvidar al Barça. Será una historia diferente", dice.

El italiano, al que no le gustan las polémicas, como explicó ayer para enterrar el asunto del Barça, avisa de la trascendencia del encuentro mediante un discurso que contrasta necesidad y determinación casi a partes iguales: "Vamos a intentar todo para ganar, debemos pensar en ganar. Encontraremos la dificultad en el campo pero superaremos la dificultad si somos un equipo. Mañana es un partido nuevo, un partido que no hemos visto. Hemos preparado el partido, con nuestra mentalidad tenemos que intentar todo para intentar ganar". Los gallegos presentarán batalla, se conjuran para ganar y así adelantar por la izquierda a un Valencia en vías de rehabilitación al que hace tiempo resuelven casi a la altura de un enemigo íntimo. Una Liga frustrada y un descenso en la memoria. Los números, no obstante, dibujan a un Depor en baja forma, un equipo que tiene tantas dificultades para marcar como para no encajar.

Prandelli tiene en cuenta este aspecto pero relativiza las estadísticas, ponderando la necesidad de los de Garitano y la relevancia de la cita para relanzar a su Valencia. ¿Por qué? "El fútbol está siempre en evolución, hemos estudiado el partido que hicieron contra el Barça. Es fantástico porque todo lo que has hecho antes no cuenta para nada. Lo que cuenta es que será un partido difícil contra un equipo organizado, dinámico. Los números son importantes pero no decisivos", remata, y avisa que por encima de la resaca del Barça y del aliento del valencianismo, que acudió en masa a Paterna, el equipo deberá ser capaz de inflamar su estado de ánimo por sí solo: "las motivaciones son que queremos crecer como equipo, ser más fuertes y seguros. Las motivaciones están dentro de nosotros, las debemos encontrar como equipo".

Un desafío pendiente

En el lateral izquierdo Montoya cubrirá el vacío de Gayà ,­"deberá proteger al equipo de quien tenga delante y ser capaz de crear superioridad numérica en el centro del campo", y uno de los aspectos decisivos será manener la portería a cero. Para ello, analiza, Prandelli, "hace falta tiempo para trabajar, definir los roles de la defensa, entender que defendemos todos. Esta semana hemos mejorado. Ante el Barça, el primero vino con rechaces y un fuera de juego clamoroso, el segundo con un córner y el tercero un penalti, situaciones particulares. Para mejorar necesitamos tiempo".