El Valencia CF viaja a A Coruña con los ánimos renacidos Valencia CFA Coruñacinco semanas después del adiós de Pako Ayestaran al banquillo de Mestalla. Primero de la mano de Voro y luego del italiano Prandelli los blanquinegros han retomado el pulso a la competición. Este lunes 31 de octubre está marcado en rojo en el calendario. El lastre de las cuatro derrotas del inicio mantiene aún encendida la luz de emergencia; sin embargo, el equipo afronta el desafío contra el Deportivo con la convicción plenamente recuperada. Ha vuelto a rendir al ritmo de los mejores de la Liga y ahora llega la hora de convertir en costumbre el valor competitivo exhibido delante del temible FC Barcelona.

En el proceso de transformación el conjunto valencianista ha recogido frutos sobre el terreno de juego. Peter Lim despidió a Ayestaran el pasado 20 de septiembreAyestaran . Cuando se marchó el entrenador vasco el Valencia había terminado la cuarta jornada como colista de la Liga Santander. Pese a no haberse enfrentado a ningún peso pesado, un preocupante cero reinaba en el casillero de puntos de la clasificación. En el camino todo quedaba por delante, hasta los dos puntos que sumaba el Granada, primer equipo en la zona de salvación. El verdadero objetivo del club, la cuarta plaza, última de Champions, la poseía el Atlético de Madrid con ocho puntos más que la nada del Valencia. La misma desventaja que con Villareal y Sevilla, otros dos clásicos rivales en la última década.

La intervención de urgencia de Voro dio resultados de inmediato. El exjugador de la casa retrasó la línea defensiva y el equipo dejó el toque de salón para vestirse el mono de trabajo. Dos rivales modestos, como los anteriores, mordieron el polvo. Primero el AlavésAlavés. Los de Pellegrino vinieron a Mestalla con el aval del triunfo en el Camp Nou. El Valencia no brilló, pero una unión de factores resultó clave: La mejora defensiva que limitó las ocasiones de los vitorianos, la efectividad rematadora, el sacrifico físico y la aparición final de Bakkali provocando el penalti que transformó Parejo.

A la semana siguiente, en LeganésLeganés, continuó la mejoría, especialmente, en la segunda mitad. Los de Voro volvieron a ser un bloque solidario, siendo esta vez Diego Alves y Nani los actores principales de la victoria. Sin embargo, la posterior visita del Atlético resultó ser un duro golpe de realidad. Los hombres de Simeone desnudaron más carencias de las pensadas. Cesare Prandelli estaba en el estadio diagnosticando las debilidades de un Valencia escaso de gasolina y conceptos tácticos para completar 90 minutos de defensa y ataque a pleno rendimiento.

Las dos semanas de trabajo con Prandelli al mando resultaron eficaces en el estreno del lombardo en El Molinón. El Valencia se reencontró con el triunfo gracias al acierto personificado en Mario Suárez, autor de dos goles. Más allá de la puntería, los de taronja i negre avanzaron en materias como la presión y la defensa colectiva. Frente al Barça el sábado se amplificó el compromiso. El Valencia corrió ocho kilómetros más que los culés y ofreció menos facilidades que el día del Atlético. Además, la mejora física permitió al equipo contragolpear con peligro con seis ocasiones de gol.

La caída se ha frenado

En cuanto a los números, a pesar de haberse enfrentado a Atlético y Barça en Mestalla, el Valencia de Voro y Prandelli ha frenado la caída libre ganando a ese tipo de rivales que, precisamente, le complicaron la vida en los inicios. En una supuesta clasificación de las últimas cinco jornadas, los blanquinegros caminarían a sólo un punto de la Champions League y a tres del líder. Sin Ayestaran, el equipo ha sumado los mismos nueve puntos que el Real Madrid de Zidane o el Athletic de Valverde. El ADN competitivo ha vuelto para aguantar el ritmo de los primeros. La realidad tras nueve jornadas marca que el Valencia CF ha escapado del abismo y, para empezar, los puestos de Liga Europa se acercan. El reto de la Champions queda todavía a una decena de puntos para un bloque que debe aún multiplicar su presencia ofensiva, el control del juego y ´cerrar´ por fin la portería.