Carlos Soler salvó al Mestalla este fin de semana con una espectacular falta directa a seis minutos del final del partido. El canterano, ligeramente escorado a la derecha, asumió la responsabilidad del lanzamiento. Golpeó con pierna derecha, su buena, evitó por fuera la barrera y batió al portero de la Llagostera por el palo corto para poner el empate a uno en el marcado y silenciar el Nou Estadi Palamós-Costa Brava. Solo se escuchaban los gritos de alegría de sus compañeros en la celebración. Un señor golazo con el que el ´Chino´, como así le llaman en el vestuario, no solo ayudó al filial a sumar un punto. Es otra llamada a la puerta de un debut oficial en el primer equipo que no llega. Y ya van diez convocatorias consecutivas entre la temporada pasada y la actual viendo los partidos desde el banquillo o la grada como descarte. El Valencia sufre problemas en el centro del campo sobre todo en la salida de balón, el club peina el mercado para fichar un mediocentro en invierno y, mientras tanto, Carlos pide a gritos una oportunidad que se le resiste. Aunque solo sean unos minutos. ¿Y por qué no?

El gol de golpe franco solo es un motivo más para pensar que Soler empieza a ganarse algún minuto oficial. No es el típico canterano ´verde´ que sube de urgencia del filial y cuya respuesta en un debut podría generar dudas. Carlos está en dinámica de primer equipo desde la pretemporada, trabaja a diario a las órdenes de Cesare Prandelli,Cesare Prandelli está preparado física y tácticamente para competir como el resto y, lo más importante, está considerado por los propios jugadores como "uno más". Y eso no es fácil. En el vestuario tienen claro que no desentonaría ni mucho menos. Lo demostró hace cuatro meses en los amistosos del verano y lo hace diariamente en los entrenamientos de la ciudad deportiva de Paterna. Quienes le siguen en Mestalla saben que se trata de un jugador especial. Pero todo jugador, hasta los diferentes, necesitan un entrenador que lo ponga y de momento todos apuestan fuerte, pero nadie hasta la fecha se atreve de verdad.

La estadística es demoledora. Carlos ha sido convocado en diez ocasiones con el primer equipo y en ninguno de esos diez partidos jugó un solo minuto. Se vistió en nueve ocasiones para ver el partido desde el banquillo y una sola vez fue a la grada como descarte de última hora. Lo curioso es que hasta cuatro entrenadores lo han citado. Gary Neville una vez -contra Athletic de Bilbao en la Europa League-, Pako Ayestaran cinco -en la última jornada de Liga de la temporada pasada contra la Real Sociedad y en las cuatro primeras frente a Las Palmas, Eibar, Betis y Athletic-, Voro González tres -contra Alavés, Leganés y Atlético- y el propio Cesare Prandelli también en una ocasión. El pasado fin de semana contra el Celta de Vigo por la baja de Bakkali.

Seis serían multitud para él

Carlos, además de fútbol, tiene cabeza. Es paciente y espera con mucho trabajo y pocas prisas esa oportunidad que nunca llega. Lo suyo tiene mérito. El canterano, que baja a competir a Segunda B siempre que el primer equipo no cuenta con él, está viendo cómo la dirección deportiva peina el mercado en busca de un nuevo mediocentro que refuerce la plantilla. Un fichaje que unido a Dani Parejo, Enzo Pérez, Mario Suárez y Álvaro Medrán le pondría las cosas más difíciles aún si cabe para el canterano. Seis pueden ser multidud para Soler. Por si fuera poco, siete compañeros del filial debutaron la temporada pasada -Toni Lato, Rafa Mir, Fran Villalba, Sito, Wilfried Zahibo, Ibrahim Diallo e Ibán Salvador- y alguno de ellos, como Rafa, tuvieron continuidad este año en las dos primeras jornadas contra Las Palmas y el Eibar. Todavía no ha llegado la hora de Carlos. ¿O sí? Él mientras tanto va haciendo méritos por el camino.

Vídeo: Espectacular golazo de Carlos Soler con el Valencia Mestalla