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La eliminatoria a ida y vuelta para acceder a la Eurocopa Sub´21 de Polonia ha servido a Gayà para constatar una progresión física con la que se frotan las manos los técnicos del Valencia. La vuelta del lateral de Pedreguer en condiciones óptimas para competir a un nivel alto de exigencia y de desgaste -el escenario en el que se mueve el Valencia ahora mismo admite poco margen- es una noticia extraordinaria para Cesare Prandelli. El puzle vuelve a encajar. Con Siqueira atrapado en una espiral de lesiones desde que volvió de las vacaciones de verano, el italiano reestructura a medio equipo cada vez que intenta tapar el boquete, un transtorno que acaba con Montoya jugando a banda cambiada en el mejor de los casos o con Abdennour oficiendo de lateral, si bien el del tunecino en la banda es un experimento que puede que no vuelva a repetirse. Tras las visitas a Riazor y Balaídos, un capítulo que el conjunto de Mestalla ventiló con el alarmante balance de un solo punto sobre seis y donde el Valencia encajó los tres goles por la banda izquierda, Gayà regresa para restaurar el «equilibrio», la palabra más repetida por Prandelli desde que llegó a València hace mes y medio.

El de Pedreguer volvió este miércoles por la mañana a las instalaciones de Paterna después de completar los dos partidos ante Austria y lo hizo con sensaciones muy positivas tras superar la lesión. Vuelve reforzado. Disputar dos partidos enteros -de máxima trascendencia- en cinco días con la selección Sub´21 le han dado un punto de seguridad y además le han servido para coger ritmo de competición después de tres semanas sin jugar un solo minuto por su microrrotura sufrida en la parte anterior del muslo derecho durante el transcurso del encuentro ante el Barça. El ´14´ puso todo cuanto estaba a su alcance para llegar al partido contra el Celta, consciente de la debilidad del equipo a raíz de su ausencia en A Coruña, se probó el miércoles, jueves, viernes y sábado. Sentía que podía llegar a tiempo, fue optimista respecto a sus opciones de jugar hasta última hora, si bien Prandelli prefirió no correr ningún riesgo y convino que lo mejor era que asegurara plazos en su recuperación para no recaer, algo que ya hizo con Nani, Siqueira y Mangala en situaciones similares.

El funcionamiento colectivo

No fue un golpe fácil de encajar para él. «La lesión me dio mucha rabia porque me encontraba bien, notaba que iba a más y que me estaba cogiendo pero esa lesión me hizo parar dos partidos y perder un poco el ritmo. Afortunadamente no he estado mucho tiempo parado. Con la selección española me encontré bien y lo importante es que me han dado ritmo. Tenemos un partido muy importante y hay que ganarlo», explicaba el miércoles en declaraciones a VCF Radio.

Sin él, el Valencia ha tenido un auténtico agujero en labanda izquierda. La lesión de Gayà ha sido cara: Montoya sufrió pese a tener experiencia y Abdennour acabó superado por las circuntancias. Siqueira no ofrece garantías físicas y Prandelli parece que no está convencido a la hora de apostar por Lato, un canterano formidable. Un panorama que destila la conclusión de que en la plantilla no hay un recambio real para el ´14´.

La presencia del valencianista repercute de forma positiva en el funcionamiento colectivo: aporta profundidad y amplitud. Abre el campo y gana línea de fondo. Seguridad defensiva, superioridad en la medular y factor sorpresa. Sus centros al área, además, son una garantía de peligro. Desde que comenzó la temporada los está afinando todavía más y eso es una baza interesante a la hora de generar acciones ofensivas. Prandelli celebra la vuelta de Gayà. El de Pedreguer está listo para contribuir a la mejora del Valencia. Vuelve fuerte de la selección Sub´21.