La incapacidad que ha mostrado el Valencia para ganar ante rivales de clase media como el Deportivo o el Celta de Vigo, que saltó al césped de Balaídos con la segunda unidad debido a las bajas de hombres importantes como Orellana, Hugo Mallo o Cabral, expone de forma vibrante algunas de las carencias del equipo en términos de confección de plantilla. Abordar el problema del banquillo era necesario, sí, pero era tan solo el primer paso. El problema va más allá de Prandelli. El italiano es el punto de unión entre jugadores, club y afición y a diferencia de Ayestaran inspira suficiente seguridad como para aferrarse a él en un contexto de inestabilidad y de dudas, una realidad que quedó refrendada con los mensajes de confianza de los accionistas en la Junta General del pasado viernes -donde hubo una enérgica desaprobación colectiva hacia la gestión deportiva y económica de la propiedad-, pero que no basta para poder relanzar a un equipo que se encuentra al borde de los puestos de descenso. Señor Lim, el Valencia necesita fichajes en invierno.
Desde que llegó hace unas semanas, Prandelli no hace más que repetir públicamente que solo piensa en los jugadores que tiene en su plantilla y que no habla del mercado, algo muy de entrenador, pero de puertas hacia adentro, como publicó SUPER, en el club de Mestalla ya han asumido que tienen que fichar un delantero en enero. Si además, se atiende a lo que hace el técnico y no a lo que dice, esta realidad queda todavía más clara. El italiano necesita fichajes.
En Balaídos se vio, desde el once titular, a las sustituciones. Alineó a Rodrigo en punta porque no tiene una solución mejor, e incluso a Fede Cartabia, un jugador que queda libre en un mes y que no fue capaz de generar una sola acción de peligro en todo el partido.También se evidenció en los cambios. Prandelli asistió al bajón físico de su equipo antes de mover ficha. No veía una solución en el banquillo. Sacó a Mina y a Munir justo después de encajar el gol definitivo, cuando no le quedaba otra que agitar el árbol. Un mensaje claro y directo al buzón de la dirección deportiva y de la propiedad.
El técnico y sus futbolistas concentran sus esfuerzos en potenciar el equipo en una recuperación que obedece a una serie de procesos naturales aplicados en el día a día de Paterna. Los avances transcurren muy poco a poco y los resultados tardan demasiado en llegar. El club se da de bruces con la realidad de tener que acudir al mercado casi cada fin de semana. Es una realidad inesquivable. Disputadas las primeras once jornadas de Liga, el Valencia es decimoquinto, y está a solo un punto de caer en las posiciones del descenso. El tiempo corre y el equipo no arranca. Los síntomas sobre el césped son claros. El conjunto de Prandelli necesita un plus, un factor que acelere la recuperación, algo que a corto plazo y analizadas las constantes vitales del equipo, solo se puede encontrar en el mercado.
El discurso de la presidenta
El discurso de la presidenta tampoco acaba de ser concreto. Layhoon Chan escurre el bulto y deja el asunto en las manos de Prandelli. El pasado viernes afirmó en la Junta General de Accionistas que «aún no hemos abordado el tema de fichar, esperamos a ver qué dice el técnico cuando esté ya más asentado en el equipo» y señala al Fair Play Financiero como un aspecto que será decisivo. Un argumento juguetón, si uno repara en que las restricciones económicas que limitan al Valencia actualmente no son caprichosas sino que son consecuencia directa de la mala gestión de Meriton. Por si eso fuera poco, en el mismo plano aparece la multa de la Comisión Europea. El club ha pedido la cautelar y espera respuesta de Bruselas en las próximas semanas. Tener que pagar ese dinero, unos 24 millones de euros, sería un golpe «letal» para los fichajes, como expresó la propia Layhoon y también Anil Murthy, el nuevo ejecutivo de la entidad. La parcela deportiva necesita una intervención de urgencia.
Sobre el Fair Play y la multa
Y esa es una realidad que está casi por encima de la situación financiera. La fotografía es nítida. Con el capítulo de la multa en el aire -y con el club todavía sin ingresos por concepto de espónsor principal-, Peter Lim no parece decidido de momento a realizar una inyección económica al club, algo que serviría para desatascar esta situación y permitiría darle un empujón al equipo en el mercado. La confección de la plantilla es incompleta y las prioridades ya están marcadas. Hace falta fichar gol -un especialista que traduzca las ocasiones en puntos- y un '6' con personalidad que de garantías al centro del campo. En lo referente al delantero, uno de los nombres es el de Guidetti, que ya estuvo sobre la mesa en verano y que mostró su potencial el domingo en Balaídos.
García Pitarch, a diferencia del año pasado, cuando llegó muy encima del mercado invernal, tiene el tiempo y la estructura necesaria para salir de caza y encontrar las piezas que hacen falta para arreglar este equipo. Prandelli trata de arrancar a base de trabajo pero va a necesitar algo más: la ayuda de Lim con fichajes. El propietario tiene la palabra. La afición espera...
