El cambio de sistema duró 61 minutos. Los mismo que tardó Cesare Prandelli en quitar del campo a Aymen Abdennour y volver al 4-3-3 con la entrada de un Munir El Haddadi que marcaría a los tres minutos de saltar al campo. El 5-3-2 con tres centrales, dos carrileros largos, un trivote y dos delanteros que había ensayado toda la semana no parece la solución a los males de este Valencia. Al menos no ha sido efectivo a corto plazo en el Sánchez Pizjuán. El equipo sigue encajando goles de forma sangrante. Anoche no hizo falta ni siquiera que el Sevilla disparara a puerta para adelantarse en el marcador. Bastó un error de Siqueira en la marca con Vitolo y un gol en propia puerta de un blando Ezequiel Garay para encajar otro gol. No hay manera.

El Valencia compitió o por lo menos se estabilizó y mantuvo el tipo en la primera parte con el 5-3-2. El equipo acumuló gente en la presión y ahogó la salida de balón de un Sevilla incapaz de que sus centrales, especialmente Adil Rami, encontraran a N´Zonzi. Así llegó la ocasión más clara del equipo en la primera mitad con un mal control de Dandi Parejo. Los de Jorge Sampaoli ni creaban ni eran capaces de llegar a la portería de Diego Alves. El problema es que fue más por demérito del Sevilla que otra cosa. La apuesta de tres centrales y dos carrileros no fue garantía de seguridad defensiva. La solución no parece que sea acumular centrales. A Garay le faltaba tensión y a Adebnnour le sobraba. Al final, tuvo que ser Mangala el que hiciera su trabajo y el de los demásMangala . El 5-3-2 dejó más espacios de los previstos.

Especialmente por la banda izquierda de un superado Siquiera. El brasileño pagó su inactividad. Lo sabía él, Prandelli y todo el mundo. También Sampaoli. Por eso le emparejó con Vitolo. El partido y el sistema se rompió ahí. Cesare dio entrada a Munir en el 61 y recuperó su habitual 4-3-3. Solo tres minutos después, Cancelo apareció en su versión de lateral derecho para buscar y encontrar al ex del Barça. El ´9´ definió de ´10´. Sin embargo, como siempre llegó el gol de Pareja. El técnico buscó el triunfo a la desesperada (4-4-2) en el 79´ con la entrada de Gayà y Mina en un once con cuatro delanteros, pero no hubo forma. El problema de este equipo queda claro que no es de sistemas.