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El último empate en casa frente al colista de la Liga, el Granada CF, ha disparado, más si cabe, las urgencias en el Valencia CF. El equipo de Cesare Prandelli afronta sin apenas margen de error los dos meses que, en gran medida, señalarán el rumbo a tomar en la segunda vuelta de la Liga y las aspiraciones en el torneo del KO. Cinco partidos antes de que concluya el año 2016 y un cargado mes de enero, siempre y cuando los blanquinegros avancen hacia las rondas finales de la Copa, competición que puede reavivar el ánimo alicaído de una afición que sufre viendo a los suyos con sólo dos puntos de renta sobre la zona de descenso. Hoy los objetivos naturales del club trazados a principio de cada temporada -las plazas de Champions- quedan demasiado lejos, a un mínimo de 11 puntos. La sexta plaza, de momento la última para jugar la Liga Europa y ocupada por el Atlético, a diez.

El inesperado resultado cosechado con el Granada (1-1) ha dejado al Valencia cortado en las profundidades de la clasificación, donde sólo el propio colista y Osasuna se encuentran a más de un partido de distancia de los valencianistas. Un contexto que aún podría ser peor si la reacción no se produce el próximo sábado en un estadio complicado como el del Sevilla, el Ramón Sánchez Pizjuán. La Liga empieza a hacer su selección natural y cada jornada que pasa la necesidad de sumar de tres en tres aumenta para los pupilos de Prandelli, cuya meta inmediata es salir de abajo y tratar de estabilizarse en una zona media en la que habitan desde el octavo al decimocuarto: Eibar (18 puntos), Celta (17), Las Palmas (16), Málaga (16), Espanyol (15) y Betis (14). Alavés y Leganés, dos rivales a los que el Valencia ganó, suman a día de hoy dos puntos más.

Siete magníficos en cabeza

Por arriba, en séptima posición con 20 puntos, el Athletic de Ernesto Valverde hace la goma en el pelotón de perseguidores del Real Madrid. Un líder con el que los de Mestalla han perdido 19 puntos en sólo 12 jornadas. Con más de dos tercios de competición por delante las plazas europeas no serían imposibles de alcanzar para un Valencia que en los próximos partidos muestre con resultados en el campo una capacidad de reacción real. En el objetivo de mantener vivas las opciones de jugar el próximo año en Europa no caben recaídas como la experimentada en A Coruña, Vigo y ante el Granada después de las sensaciones positivas exhibidas frente al Sporting y el Barça. Sobre todo, porque entre los siete primeros están todos los que cabía esperar, precisamente, a excepción del propio Valencia CF.

Además, la historia del club refuerza también esa idea de que entre finales y comienzo de año es el tiempo límite para poder reorientar los objetivos, siempre y cuando el equipo logre remontar el vuelo tras un inicio decepcionante. Por ejemplo, en 1997 el Valencia de Ranieri resucitó en la jornada 15 con un 1-1 en Anoeta y tres victorias consecutivas en los siguientes partidos -Compostela, Deportivo y Sporting-, incluso, antes del fichaje de Adrian Ilie. Aquel equipo concluyó noveno, clasificado para la extinta Intertoto Cup. Dos años más tarde, el Valencia de Héctor Cúper despertó tres jornadas antes, venciendo en Mestalla 3-1 al Barcelona en la 12ª, y el rendimiento final fue aún mucho mejor, un tercer puesto con billete para la segunda Champions, la de la final de Milan. A diferencia de sus antecesores, Prandelli ha cogido más tarde los mandos del equipo y cuenta con menos años de experiencia competitiva dentro del vestuario.

Este sábado 26 el Valencia arranca la cuesta del calendario con el Sevilla, al que no gana desde 2004 en el Pizjuán, pero que puede acusar el esfuerzo hecho en la Liga de Campeones contra la Juve. Noviembre concluye con el estreno copero ante el Leganés y diciembre empieza con la visita del Málaga a Mestalla, feudo en el que los blanquinegros necesitan como el comer un triunfo. Desde el 1 de mayo, cuando el Villarreal venció 0-2, el equipo ha caído en seis de ocho partidos en casa, en los que ha encajado 17 goles, empató con el Granada y sólo ha ganado al Alavés. La recuperación del factor Mestalla ante Málaga y Espanyol se presume esencial y forma parte de los retos del entrenador italiano en un final de primera vuelta con desplazamientos a Sevilla, San Sebastián -en la misma jornada 15 de hace 19 años-, Pamplona y Vila-real.