Las varitas mágicas no existen en el fútbol. La muestra -cuatro partidos- es suficiente. Cesare Prandelli no obra milagros y tiene mucho trabajo por delante. El entrenador italiano necesita tiempo y serenidad. Dos condiciones difíciles de sostener cuando el Valencia está a punto de los equipos en zona de descenso. También hacen falta mejores ideas y más recursos. La impresión positiva que produjo su puesta en escena se está diluyendo; el equipo no termina de coger la fuerza necesaria para conseguir buenos resultados. El italiano habló de «paso atrás» después de empatar en Riazor. Tras la derrota en Balaídos, Mario Suárez fue rotundo asegurando que los rivales necesitan poco para marcar y el Valencia necesita un milagro para transformar las ocasiones en gol. Problemas en las áreas, defectos en defensa y carencias en ataque. La referencia alude a problemas competitivos por solucionar.

La derrota sacude con un interrogante el ´efecto Prandelli´. Queda la referencia de la segunda parte ante el Barça, en Mestalla: por pressing, determinación e intensidad. Sin embargo, en Riazor y Balaídos -dos pruebas importantes- no ha habido progreso. El mister italiano fue exigente en el empate ante el Deportivo. Ayer, cerró filas y defendió la actuación de sus futbolistas y su trabajo diario, "muy fuerte".

El paso al frente que no llega

El Valencia no terminó de ir a por el partido cuando el Celta ofrecía dudas y quedó retratado por las soluciones de Berizzo. Después de jugar el jueves ante el Ajax, sin Orellana (jugador fundamental en el ataque) y con una defensa mermada por las bajas de Hugo Mallo, Sergi Gómez y Cabral, los locales resistieron y golpearon duro con John Guidetti de protagonista final. El sueco, delantero en la agenda de García Pitarch, aprovechó el foco para marcar el gol de la victoria. Era su primer tanto en LaLiga esta temporada. Suplente habitual, pasó al once -después de reivindicarse ante el Ajax- por la baja de Orellana. La asistencia la dio 'Chelo' Díaz, organizador de calidad que entró por Radoja en el minuto 70. La escena retrata las carencias valencianistas: Prandelli no tiene dos jugadores así de los que echar mano. El Celta guarda más recursos, más proyecto. En Balaídos se impuso la lógica. La plantilla necesita mejoras con urgencia. Además, hay futbolistas que no terminan de dar el paso al frente que reclama la situación.