La visita a Balaídos es doblemente oportuna para el Valencia. Por un lado, porque brinda la posibilidad de revisión tras el encuentro de la pasada jornada ante el Deportivo, donde el equipo, en palabras de su entrenador, dio «un paso atrás». También, porque aparece justo después de una Junta General de Accionistas que descargó sobre la propiedad un entramado de críticas por la gestión deportiva y económica, poniendo en duda el proyecto. En medio de ese panorama, el equipo acude al rescate con un protagonista claro: Cesare Prandelli. Los accionistas, pese a la crítica, reconocen en el italiano a alguien a quien aferrarse por primera vez en mucho tiempo. El técnico tiene las cosas claras. Incluso en la dificultad. «Tenemos que ganar como concepto de equipo», dice, «debemos saber cómo darle la vuelta a los contratiempos. Hemos visto vídeo, hemos hablado y preparado el partido desde el punto de vista de querer ganar, tenemos que ir a ganar». El de esta tarde contra el Celta es el partido de los mil alicientes. El Valencia no va a tener margen de error posible.

La expedición valencianista viajó en la tarde de ayer con la idea en mente de cimentar una nueva dinámica a domicilio. Después del ‘pinchazo’ en Riazor, Prandelli lo tiene claro. «El tiempo es la ventaja de nuestro adversario, tenemos que demostrar la capacidad de cambiar rápido nuestra manera de jugar». Un mensaje que viene a decir algo así como que se ha hecho todo lo que se tenía que hacer y que es el momento de que los jugadores lo pongan en práctica. «Hay que cambiar las adversidades del juego más rápido de lo que lo hicimos. No lo hicimos y en eso tenemos que mejorar», insiste el italiano, que advierte que durante la semana los jugadores han logrado «entender algunos mecanismos» y está «convencido» que «el equipo saldrá a por la victoria». El golpe de timón es necesario y después de unos días el equipo está «bien anímicamente y bien físicamente» para disputar un partido que no será nada fácil.

«Va a ser un partido muy difícil, el Celta es un equipo muy organizado, muy agresivo, dinámico, en casa es un equipo difícil de afrontar, sabemos esto, hemos visto las imágenes, y hemos trabajado para ganar», argumenta Prandelli. El espíritu ganador del italiano está fuera de toda duda. Falta que la puesta en escena corresponda esos términos. Para ello, el técnico anunció ayer a Montoya como «una alternativa fiable» a Gayà, que no ha llegado a tiempo para competir tras intentarlo durante la semana, y la incógnita de Siqueira, que va convocado pero del que el técnico dice que está «recuperándose». Tampoco podrá contar con Bakkali, que ayer se retiraba por una «lesión leve» en el gemelo. Otro nombre propio es el de Cancelo, del que dice que no contempla su salida ante las informaciones llegadas desde Barcelona que lo sitúan en el Barça, y añade que es «un jugador importante, un jugador joven de gran perspectiva que está creciendo, puede jugar delante, atrás, sin problemas. Para dar estabilidad y equilibrio debo dar una continuidad, hay jugadores que están entrenado muy bien y quien entre al campo entrará para darle los tres puntos al Valencia».