Para Cristóbal, niño de diez años, no existen debates ni polémicas en la portería del Valencia, posición en la que juegan sus dos jugadores preferidos: Diego Alves y Jaume Domènech. Sólo uno puede participar debajo de los tres palos, en cambio, ambos caben en el corazón de este pequeño amante del fútbol al que le encantaría ser portero. El próximo 9 de enero los médicos intervendrán a Cristóbal para retirarle unas placas de las piernas e iniciar un nuevo proceso de recuperación. Uno de sus retos fundamentales para 2017 ser constante en un objetivo: poder levantarse de la silla de ruedas y ponerse en pie, aunque fuese por unos minutos, para entrenarse junto a Jaume y Alves.

La pasión por el Valencia CF nació en Cristóbal hace ya unos años, cuando recibió de parte de su abuelo un regalo muy especial, un equipaje completo del equipo blanquinegro. El cariño a esos colores, cultivado con su abuelo y amigo inseparable, la admiración por sus dos ídolos, las ganas de ver ganar en cada partido al Valencia, incluso en una temporada como la actual, y el amor de su madre, Lucía, y el resto de la familia son las piezas que conforman cada día el motor del pequeño fan valencianista.

"Mamá, me voy a poner las pilas para poder estar mejor". Esta emotiva frase de Cristóbal emocionó a su madre. El niño vivió una experiencia única en Mestalla con Jaume y él como protagonistas. "¡Jaume, Jaume!". Durante todo el partido del miércoles ante el CD Leganés CD Leganés no paró de gritar el nombre del portero de Almenara desde detrás de la portería que defendía el Valencia. El ´Gat´ se retiró en el descanso enviándole un saludo. Pero lo mejor estaba por llegar.

Finalizado el partido, con la alegría del pase a los octavos de final de Copa, al niño le esperaba un regalo todavía mejor. Jaume no se olvidó de aquel niño al que en noviembre ya animó en los vestuarios de la Ciudad Deportiva a mantener siempre la sonrisa y el espíritu positivo. El portero cruzó el campo para ofrecerle su camiseta roja. "¡Menudo regalazo! La voy a llevar al colegio y luego la enmarcaré", decía Cristóbal a su madre y su abuelo mientras volvían a casa. El ´13´ de Domènech va a ocupar un lugar de culto en la habitación de este valencianista de cuna, al lado de los guantes que le regaló Alves hace mes y medio y de la camiseta firmada por el equipo, estrenada en la Fundación Fuvane hace años por las firmas de Albelda y Soldado.

Cuando sólo tenía 24 días de vida una meningoencefalitis se cruzó en el camino de Cristóbal. Las secuelas cambiaron sus ritmos de vida y perspectiva, sentándolo en una silla de ruedas. Sin embargo, la tetraparexia no puede con el vigor y la esperanza que el pequeño encuentra en las personas de su alrededor, en los amigos del colegio y, por su puesto, en su afición irracional por el Valencia CF.

"Ves como no pasa nada, mamá. Como puedo venir a los partidos. Ves, como me tienes que sacar el pase", le insistía a su madre poco después de vivir un momento imborrable y recordarle que el 15 de enero ya quiere volver a Mestalla para presenciar una victoria ante el Espanyol. "Fue una pasada, vivir esos instantes con Jaume, minutos que no los va a olvidar nunca", concluye Lucía.