Tras la tempestad levantada por Cesare Prandelli en la víspera de Nochevieja al anunciar su dimisión irrevocable ante Layhoon, el italiano se presentó este primer día de enero en la ciudad deportiva para despedirse de los jugadores, quienes no sabían de las intenciones del que fuera su técnico antes de hacerlas públicas. El encuentro fue antes de la sesión de entrenamiento a las órdenes de Salvador González ´Voro´Salvador González ´Voro´, un momento en que se pudo respirar la tensión que en las últimas semanas ha separado al italiano de la pantilla. Prandelli, en apenas dos o tres minutos, dio la mano uno a uno a todos los futbolistas en el vestuario y les deseó suerte. Dijo que para él es duro despedirse de las personas con las que ha trabajado y que espera que vayan mejor las cosas y el equipo pueda salir de esta difícil situación. Un día antes, Prandelli pidió a los aficionados que apoyen al equipo en lo que resta de temporada porque son jóvenes y a menudo les puede la presión sobre todo en los partidos de casa.