Sucede antes de cada partido y se multiplica en la antesala de las tardes importantes. Llueva, truene o relampagueé (en sentido estricto y figurado), la esperanza es una condición connatural al valencianista. El duelo ante el Villarreal es uno de los más desequilibrados de los últimos años, pero no importa. Cuando el reloj marque las 20:45 horas, la desigualdad en la clasificación, las diferencias en la forma de gobierno, la estabilidad o inestabilidad del modelo, el número de ojeadores o el perfil de los fichajes serán lo de menos. Hoy toca derbi, el marco donde las fuerzas pueden igualarse al margen de todo. El Villarreal siente el peligro y la vibraciones acompañan: el posible estreno de Simone Zaza, la energía nueva de Carlos Soler, la defensa titular por fin reunida, las ganas de Santi Mina, la última participación de Nani.

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Los amarillos manejan más puntos a favor, pero las condiciones potencian el factor sorpresa de los visitantes. Presión cero. En la previa, Voro trasladó un nivel de convicción vivificante. «Quiero un equipo agresivo», formuló. La línea trazada pasa por insistir en el volumen de acción desplegado en la primera parte ante el Espanyol. La mejor de la temporada. La victoria ha generado un ambiente más positivo. El entrenador tenía razón: ganar ayuda a arreglar (casi) todo. El carácter de Voro, su sencillez, identidad y afinidad, ha generado un efecto suavizante dentro y fuera del equipo. El clima -competitivo- es propicio. Así lo reconoce el Villarreal. Fran Escribá resumió perfecto la trama: «Cuentan con un entrenador excelente, que les ha dado mucha tranquilidad... Voro sabe manejar estas situaciones. Veo un Valencia más suelto, más sereno y más cerca de lo que debe ser por potencial». La zona de descenso queda a cuatro puntos, el colchón es insuficiente, pero proporciona margen para competir sin limitaciones precedentes como la ansiedad, la angustia y el exceso de tensión. El Sporting juega en el Villamarín, Osasuna recibe al Sevilla y el Granada ha perdido en casa del Espanyol de Quique.

Hace una semana quedó claro que este equipo, armado desde la coherencia y con determinados futbolistas bien rodeados, tiene otra cara. Todo funciona mejor y lo que hace quince días eran piezas inútiles, ahora advierten margen de aprovechamiento. Las carencias en la estructura de la plantilla se mantienen, pero la presencia acorde de Montoya, Garay, Mangala y Gayà en el once es un paso para uno de los propósitos que quedan pendientes: la portería a cero. Carlos Soler ha cargado de sentido el funcionamiento de la sala de máquinas y Voro tiene variantes suficientes en ataque. En esa dirección, el fichaje de Simone Zaza ha supuesto un desahogo. El italiano está convocado y puede debutar. Las sensaciones que ha dejado en sus primeros días de entrenamiento son estupendas y se ha ganado el elogio de los compañeros. Simone necesita confianza y partidos. En el Estadio de la Cerámica se reencontrará con Nicola Sansone -máximo goleador del Villarreal- con el que coincidió en el Sassuolo. El italo-alemán es uno de los hombres que recuperá Fran Escribá, junto a Jaume Costa y Roberto Soriano, otro compatriota de Zaza asimilado con éxito en territorio groguet. No estarán Roberto Soldado, Cédric Bakambu, Mateo Musacchio y Denis Cheryshev. Con ello, parece que Fran Escribá apostará por el once que tan buen rendimiento ofreció ante Atlético o Barça, con Bruno y Trigueros como pilares maestros. La base admite alguna variante, como Castillejo por Pato para reforzar el centro del campo, pero Voro tiene claro lo que le espera. El Villarreal es un equipo sólido, el menos goleado de LaLiga, cuenta con jugadores ofensivos y son un todo, un mecanismo asimilado en base a una misma línea.

El Valencia llega tras superar al Espanyol y empatar ante Osasuna. El Villarreal ha coleccionado dos empates en 2017: Depor y Barça. La intención es cortar el principio de recuperación valencianista. El objetivo valencianista pasa por jugar para ganar y reivindicar el recorrido del equipo. Hasta la fecha, ha salido derrrotado en todos los ´clásicos´ del campeonato y el Villarreal es un adversario grande.