Mercedes miraba alrededor y no daba crédito. Sostenía en sus brazos un enorme ramo de flores y sus ojos vidriosos reflejaban al mismo tiempo y con la misma fuerza sorpresa y gratitud. Era la primera vez que alguien homenajeaba a su difunto marido, Josep Ismael Antó i Bosquet, conocido como Antonet, futbolista nacido en Cataluña que jugó en el Valencia en los años 50 y fallecido en agosto de 2015.

Ella simplemente acudía a la biblioteca municipal de Tortosa porque allí se inauguraba una exposición del Valencia y entre unos y otros la engañaron. Bendito engaño... La imagen destilaba tanta ternura y agradecimiento, que lo que debió ser un aplauso sincero se transformó en un silencio estremecedor. Acaparó por unos eternos y enriquecedores instantes la atención de los presentes al tiempo que los contagió con sus lágrimas y su emoción.

Es la magia del fútbol. Antonet era extremo derecho, jugó una temporada en el Valencia, y marcó dos goles en ocho partidos, pero como dijo después el presidente de la Asociación de Futbolistas del Valencia, Fernando Giner, «ha vestido la camiseta del Valencia, y valen tanto ocho partidos como ochocientos, y por eso hemos venido aquí, para rendirle este homenaje». Mercedes callaba quieta mientras Giner, Juan Sol, Ricardo Arias y Carboni la escoltaban. ¡Qué imagen! Era imposible no pensar en ese momento que nadie de Singapur estaba allí para impregnarse de aquel sentimiento tan espontáneo y puro. Justo lo que tanto se echa en falta ahora en el club. Identificación. Y mira por dónde que la encontramos en Tortosa, donde no estaba Layhoon ni tampoco Anil Murty, una en Singapur y el otro en la Agrupación de Peñas diciéndole a un aficionado que no se creía eso de que el valencianismo está enfadado. Es la parte más fea de esta historia.

La parte bonita la protagoniza la Penya Valencianista ´Robert´ de Tortosa i Terres de l'Ebre, con la inestimable colaboración de la Fundación del Valencia, quien puso todo para que la jornada fuera inolvidable. Por primera vez, la exposición ´Blanquinegre. A 90 minuts de la glòria´ salía de la Comunidad Valencia y lo hizo a lo grande. Después la presentación de la Exposición, -que estará en la biblioteca municipal hasta el 25 de febrero y ofrece un recorrido fotográfico, a través de 32 instantáneas en blanco y negro del archivo de EFE, por las finales ganadas por el Club de Mestalla entre 1941 y 1981-, los presentes asistieron en directo a la realización del programa de la emisora de radio oficial del Valencia. Todo ello coronado con una cena entre los más de cincuenta peñistas en el Parador Nacional de Tortosa, a la que también acudieron invitados las Penya Valencianista de Rosell, la Peña Valencianista de Benicarló y la Penya Valencianista del Facebook, así como el redactor jefe de SUPERDEPORTE.

En esencia, un día con los valencianistas de Tortosa que invita a la reflexión y a pensar en el futuro del club con optimismo, porque a su manera, los aficionados al Valencia de Les Terres de L´Ebre siguen manteniendo viva una llama que algunos parecen empeñados en apagar en el Cap i Casal. Y valga de ejemplo el niño que se quedó al acto atraído por la curiosidad y con una bufanda naranja colgada del cuello miraba a Carboni de reojo mientras admitía que sí, que se había hecho «un poco valencianista». O como el ejemplar del libro Últimes Vesprades a Mestalla, que edita la Fundación del Valencia, y que permanece desde ahora y para siempre en la biblioteca de Tortosa como vivificante ejemplo de una conquista que nunca debería tener fin.