El 31 de enero Fabián Orellana dejó el Celta de Vigo para emprender rumbo a MestallaFabián Orellana con únicamente billete de ida: una opción de compra obligada a pagar el próximo verano. Esa es la versión que la entidad viguesa filtró lejos de cámaras y micrófonos a la prensa gallega, aunque el acuerdo contempla como requisito la continuidad de los blanquinegros en la máxima categoría del fútbol español. A lo largo de la última semana del mercado de invierno el futbolista chileno eligió al Valencia CF entre una buena cantidad de ofertas procedentes de distintos puntos de la geografía de la Liga española y desde el extranjero. ¿Por qué? Especialmente, por dos razones: la voluntad de continuar en España y la consideración como un "grande" del Valencia.

Si alguien, aparte de la dirección deportiva blanquinegra, hizo fuerza para que Orellana vista la camiseta del Valencia fueron él y sus agentes. "Aposté por venir porque este es un club grande. Me hacía ilusión cuando escuché que me querían y no deseaba irme afuera... Me decían que cómo iba a ir al Valencia, que no estaban bien, pero yo quise apostar y espero que salga bien. El club me abrió la puerta. De esta situación vamos a salir pronto. Pronto el Valencia volverá a ser grande", declaró el atacante en la VCF Radio.

Cuestionado por su deseo de ampliar la aventura más allá del 30 de junio, Orellana lo tiene "claro". "Me gustaría hacerlo bien, que acabemos bien y el tiempo lo dirá. Soy feliz aquí y me gustaría continuar muchos años más", dijo el jugador de 31 años. El mismo día que se oficializó la operación el Celta habló de "opción de compra obligatoria", aunque públicamente añadió un condicionante: "si se cumplen ciertos requisitos". Lo cierto es que Berizzo, pendiente de renovar su contrato con el Celta, trasmitió a los dirigentes celestes que no quería volverlo más en Balaídos en caso de seguir con el proyecto la próxima campaña. La situación de futuro de Orellana -ya con el contrato de futuro pactado hasta 2019- puede entenderse como una compra aplazada al verano por tres millones de euros y el Valencia CF podría replanteársela en el caso extremo de un descenso a Segunda. Sin ir más lejos, el chileno ya se despidió el 2 de febrero del "celtismo", afición a la que agradeció todo el apoyo desde 2011, a través de una carta.

Fabián Orellana se estrenó como titular el sábado en el Benito Villamarín. El internacional con Chile fue uno de los mejores valencianistas frente al Betis, poco a poco se siente mejor y todo hace indicar que el domingo vivirá su primera titularidad en Mestalla. "Hacía un tiempo que no jugaba y me faltaba ese ritmo futbolístico, pero poco a poco con los entrenamientos lo he cogido. En una semana espero estar en plenitud física", valora. La versatilidad ofensiva de Orellana, el regreso de Carlos Soler y el también esperado de Enzo Pérez son factores que Voro tenga que decidir aún dónde actuará el ex del Celta. En la mediapunta o en el extremo diestro, lo que significaría la vuelta al 4-3-3 con Enzo, Soler y Parejo como ´trivote´ en la medular. "No me gusta ponerme a un lado u otro, me gusta jugar y hacerlo lo mejor posible donde me mande el técnico".

En dos semanas Orellana ha comprobado como los árbitros se han convertido en un obstáculo para el equipo. "Los jugadores tenemos las revoluciones muy altas y cometemos errores. Los colegiados deberían tener un poco de ayuda externa -en referencia a la tecnología-. Pueden equivocarse, pero siempre lo hacen para el mismo lado. No pedimos nada, sólo que no nos quiten nada", agregó el ex del Celta, donde coincidió con Santi Mina, al que bautizó como "pichón" por entonces y para quien pronostica una pronta recuperación. "Le dije que tenga fuerza y paciencia. Tiene confianza, sabe lo que rinde y va a volver igual o mejor", indicó. Sobre la serie importante de partidos que ahora espera, cinco en 15 días, se mostró seguro de que "el equipo va a plantar cara".