El aficionado se pregunta cómo es posible que un club que se metió en Champions, que el dueño vio que funcionaba el modelo, decidiese cambiar y darle el poder a un solo entrenador.

Porque, quizá, él creyese que todo eso conseguido era gracias a su gestión. Cuando él llega el club ya tenía por fin una identidad, no jugamos ese año en Europa pero se había armado un equipo potente, él había contribuido a que Rodrigo y André Gomes vinieran. Pero si no hubiera podido contribuir, hubieran venido otros de ese nivel porque ya habíamos trabajado... Si no hubiese venido André, hubiera sido Kouyaté, también teníamos a Aleix Vidal y alguno más. Siempre dentro de las posibilidades del Valencia. ¿Por qué prescindió de nosotros? Muy sencillo, porque él no creía en la figura de la dirección deportiva. No creía en una dirección deportiva potente, profesional e independiente. Hay que conocer su mentalidad, que es completamente diferente a la nuestra. Sin embargo, no puede ser que nosotros nos amoldemos a su mentalidad porque esta empresa es española, es un club valenciano, con ADN valenciano y con un entramado y una implicación en la sociedad y el pueblo muy fuerte. Son ellos los que se tienen que amoldar... no creían en eso, no creían en una dirección deportiva que fuera independiente, pero no para la toma de decisiones....Rufete y Ayala jamás tomaron una sola decisión que no fuera aprobada por el Consejo de administración, pero el Consejo en aquella época trabajaba en base a las propuestas que llegaban de la dirección deportiva, se analizaban y se le daba viabilidad o no. Yo lo intenté, me maté, me dejé la vida en esos seis meses porque Nuno, Rufete, Ayala, Lim cuadraran, me dejé la vida, cada segundo, pero no fue posible.

¿Pudo la influencia de Jorge Mendes sobre Peter Lim

Mira, cuando las decisiones las toma uno al final, el responsable es él. No es cuestión de influencias. Puede influenciarte para haber comprado un jugador, todo influencia, pero la decisión es de quien la toma. Ese es el modelo que Lim tenía en su cabeza. Jorge Mendes, si Lim hubiese sido una persona con visión de este negocio y de donde estaba, habría sido un gran colaborador y no un obstáculo en el camino. Pero el problema no es de Jorge Mendes, sino de quien tiene esa visión de negocio y cómo tiene esa idea. No funciona ningún club del mundo donde el interlocutor del dueño sea el entrenador, esto debe ser un conjunto: dirección deportiva, entrenador, consejo de administración, dueño, etc. Las decisiones siempre las toma el máximo accionista, pero dentro de lo que todo el grupo profesional consensúan. Si Lim hubiera dicho: «Amadeo y Layhoon, quiero un consenso dentro del Valencia CF, quiero una lista de jugadores consensuada por Rufete y Nuno», lo habría tenido.

¿Le ha decepcionado Peter Lim como gestor?

Mucho, como a cualquier valencianista. No hay ningún valencianista que no esté decepcionado con su modelo de gestión, entre los valencianistas de a pie y hasta dentro del Consejo. El propio Peter Lim debe estar decepcionado con su modelo de gestión. Yo lo que le pido es que, primero, inyecte capital en la sociedad porque lo necesita y es su obligación. No hay ningún empresario que tenga capital y suficiente poder económico que deje caer una de sus sociedades o que desinvierta habiendo sido él el responsable. Primero, capital. Y segundo que se rodee de gente moderna, activa, con liderazgo y que sepa de fútbol, capaz de generar una estructura a todos los niveles, desde arriba hasta abajo. Eso es lo que hay que pedirle al señor Lim.

La venta era la única solución...

Claro... Había otra solución, pero que luego nos habría pillado el toro en la Unión Europea. Todo el mundo cuestiona, ¿por qué no se presentó concurso de acreedores? Pero adónde voy con el Valencia a un concurso de acreedores... ¿Y si no lo hace la Fundació? Si la Fundació no lo presenta no sirve de nada, se debía vender igual. Si lo hubiese presentado la Fundació y hubiera protegido al club y forzado a Bankia a negociar la venta... hubiera habido un concurso de acreedores...

Hay quienes dicen que Amadeo Salvo favoreció a que Peter Lim ganara porque cobraba comisión.

Quien dice eso, primero, no entiende porque el 99% de los valencianistas colaboramos, colaboraríamos y estaríamos al frente del Valencia CF simplemente porque ser valencianistas y es una de las cosas más grandes que te puede pasar en tu vida. Jamás un valencianista normal mediaría dinero con el Valencia, el que piensa eso es porque es su modus vivendi, su modus operandi. No hay más, es algo repugnante y absolutamente falso. Creo que Layhoon el día que me despedí lo dijo, eso es falso porque no entra en mi cabeza. Primero, no lo necesito. Segundo, nunca lo haría. Tercero, menos por el Valencia. Cualquier valencianista normal ni lo pensaría y el que lo hace es porque es su modus operandi. Pues lo típico, administradores concursales de tres al cuarto a dedo, abogadillos a la sombra del poder, empresarios que viven a la sombra de otros, algún periodista que ese es su modus operandi y se ha demostrado con papeles que han salido en la prensa. Un valencianista jamás pediría ni un solo euro por el bien de su club. ¡Jamás! Y nunca lo he hecho y nunca lo haré. El que lo dice que salga a decirlo en público y saque los papeles. «Yo, mira, tengo los papeles, aquí están». Que los saque. Ese es el modus operandi de mucha gente, y la mayoría de esos son los que han apoyado todo eso que generó la venta, todos esos son los que han arruinado a este club y los que están a la sombra de los que han arruinado a este club y que ahora resulta que quieren volver, hacer una oferta de compra, que salgan y lo digan, pero si eso es lo mejor... como hizo el señor Zorío. «Oiga, Peter Lim, te voy a comprar el club con tu dinero, dame dinero, te lo devuelvo y te compro el club». Vale, pero por lo menos salió en público. ¡Que salgan! Que salgan esos tipos y digan, «mira, yo soy valencianista. Señor Lim, no me gusta su gestión, quiero hacer una oferta, solo tengo 50 millones, pero lo otro se lo garantizo». Que lo digan, pero que se dejen ya de medrar. No va a volver al Valencia ninguno de esos. Porque con dinero o sin dinero, el valencianismo no los quiere.

Ha tenido cierto calado aquello de ‘Rodrigo Caio, contigo empezó todo’

La historia es así. El 17 de mayo de 2014 Meriton salió con un 22-0 en la votación del Patronato y Aurelio dijo en el Valencia Palace que continuaba la estructura técnica, sigue todo igual en la estructura de club. Después Layhoon, Aurelio y yo nos reunimos y todo seguía. En el proyecto de Meriton nunca se habló de traer un entrenador, en las ofertas se puede ver, se decía: «se mantiene la estructura». Fui a hablar con Pizzi, le transmitimos que todo quedaba igual, los jugadores estaban muy contentos...A la semana siguiente fui a la final de Champions con Layhoon. Real Madrid-Atlético de Madrid. Fue un sábado y el domingo nos reunimos en un hotel de Lisboa Layhoon, Peter Lim, Jorge Mendes y yo. Me preguntan por el equipo, les informo de cómo están los contratos de los jugadores, qué futbolistas habíamos mirado en el mercado para completar, qué inversión, se empieza a hablar de Kouyaté, cuánto podíamos obtener por algunas ventas... una planificación de la próxima temporada. Ahí no había comprado aún, pero se estaban dando pinceladas de hacia dónde caminábamos. Peter Lim me dice que cómo estaba la situación con Pizzi, yo le cuento que había sido confirmado, que en la oferta de ellos todo se mantenía y Aurelio públicamente había dicho que seguía. Me dice Lim que no, que su entrenador es Nuno y que había que contratar a Nuno. Yo no sabía quién era, y me lo explican. Pido parar la reunión y salir con Mendes fuera de la sala donde estábamos. Le digo: «Jorge, no podemos echar a Pizzi, es un hombre que dejó un club por venir al Valencia, que nos ha dado una identidad al equipo, que casi nos mete en una final europea, con él hemos vuelto a ser el Valencia de la ilusión, de la unión con nuestra gente y es un técnico en el que confío». Me responde, que iban a ver si a Nuno lo colocaban en el Sporting de Braga y, si Pizzi no funcionaba durante la temporada, lo acabarían trayendo. Entramos dentro de la sala, Jorge Mendes se lo explicó a Lim y Lim le dijo: «Jorge, llevamos mucho tiempo hablando de esto. No. Mi entrenador es Nuno. Amadeo, si no viene Nuno, no compro el Valencia». Entonces se produce una discusión y le contesto: «Bueno, contrata a Nuno, pero yo me marcho del club». Y dice: «No, es que si tú te marchas del club, tampoco compro el Valencia».

¿Qué habría pasado si hubiese dicho pues no compre el Valencia CF?

Pues imagínense que llego a Valencia y digo: «Miren, no vamos a venderle a Lim porque él quiere traer a su entrenador y, aparte, le he dicho que si no sigue Pizzi yo me voy, y me contestó que si me voy tampoco lo compra...». Eran finales de mayo, el día 30 vencía el préstamo de 200 millones de Bankia, el banco ya estaba tranquilo porque ya había empezado negociaciones con Meriton. Si yo digo que no se vende, ¿Bankia nos hubiera refinanciado los 200 millones? ¿Quién era yo para parar una venta? Si yo no despido a Pizzi y me mantengo, Lim no compra el Valencia. Hablé con Aurelio le expuse la situación, luego nos fuimos a Hong Kong a la gira, fue muy difícil, hablamos con Rufete, con Ayala,esperábamos ganar tiempo y que Lim recapacitase, no quisimos decírselo en un primer momento a Pizzi, allí Bernat y Mathieu nos dicen que se querían ir del Valencia... No había otra. Si me mantengo en Pizzi no sabemos lo que hubiera pasado, pero seguramente habrían dicho de mí que sólo quería ocupar mi sillón, que estoy aquí para mantenerme en el cargo, que quién soy yo para estar por encima de una salvación del club, por encima de un entrenador...valoramos todo, fue una de las situaciones más difíciles de mi vida.

Esta pregunta es muy maliciosa, pero llevo mucho tiempo pensándola. ¿No le da la sensación con el paso del tiempo que Lim esperó al momento exacto en que no pudiera decirle que no e imponer su criterio?

Para muchas cosas, sí. Luego pasaron más cosas. Siempre dentro de su plan había generalidades, pero las particularidades no las iba desvelando. Entonces, uno se encuentra en el día a día y la gestión situaciones que parecían estar claras para todo el mundo en el club y la Fundació, quizá, menos para ellos.

¿Cree que hay alguna posibilidad de que Lim cambie?

Todo es posible. Estamos hablando de apostar por profesionales, de darles... no independencia porque en una empresa las decisiones están interrelacionadas, pero de darles responsabilidad. No lo ha hecho. Está a tiempo, pero creo que la gente ya no se lo cree. Lo que le pido al señor Lim es lo que haría, primero, cualquier hombre. Segundo, cualquier empresario. Y tercero, cualquier presidente. Y más de un club como el Valencia. Que venga aquí, de una vez, que se deje de intermediarios en los que la gente ya no cree y no tienen capacidad para gestionar un club de fútbol. Ya se ha demostrado que la gente que tiene aquí no tiene la más mínima capacidad para gestionar al Valencia CF. Que venga él aquí y lo que haría cualquier hombre empresario, presidente de un club, que le hable al valencianismo, que le hable y le diga qué va a hacer, qué es lo que quiere para que todos lo entiendan y sepamos en qué posición estamos y no vayamos dando tumbos y diciendo que traemos a un director deportivo y al final se marcha, que viene un entrenador con poder, que al final se marcha, que teníamos un equipo de trabajo joven y potente con Rufete y Ayala que lo esterilizó; que venga él de una vez, es lo mínimo que se le puede exigir, que venga y que lo diga, porque eso no es de ser valiente ni cobarde, eso es de ser hombre, empresario y presidente del Valencia CF.

¿El caso Rodrigo Caio

Sí, todo vino de una semana antes de aquel viernes. Yo había estado todo el año cenando muchas veces con Rufete y Nuno en Valencia, uniendo, uniendo, uniendo... después de la gira en Madrid, de la presentación de UN Women, propuse una reunión con Nuno, Layhoon y Kim Koh para el día 8 de junio en la Ciudad Deportiva para establecer los planes de la plantilla y de los cerca de 80 jugadores que teníamos analizados in situ. La dirección deportiva vio las necesidades para pasar un informe al dueño y que valorase el trabajo y las opciones económicas. Lo que la dirección deportiva no había trabajado no existía para nosotros...En aquellos dos días de reuniones Nuno plantea que necesitamos un portero, un central, dos mediocentros y un extremo polivalente y un delantero en función de lo que ocurriese con Negredo. Se plantea Rulli, queda claro que sería él; cuatro centrales: Rüdiger, Mammana, Mbemba y Umtiti... De esos cuatro centrales íbamos a coger uno y si vendíamos a Otamendi, por los 50 millones, claro, a otro más. La fase I era un portero cedido para no invertir, era Rulli, ya estaba hecho, tuve líos por discutir el fichaje con mi amigo de la Real, Jokin Aperribay, un central de los cuatro -los que más gustaban por entonces eran Mbemba o Rüdiger-, dos medios, un ‘6’ y un ‘8’ polivalentes, Imbula y Augusto Fernández. Los dos estaban hechos. Los centrales, hablados. El banda polivalente era Carrasco, muy avanzado... Todo estaba muy trabajado, con vídeos, recortes, informes de cada jugador, que había sido visto varias veces por nuestra gente. Un trabajo de un año. A Nuno Rulli le pareció bien, los centrales no dio respuesta, dijo que ya los miraría. Augusto le encantaba, Imbula también le gustaba, de hecho, estuvo hablando con él...

¿Nuno habló con Imbula

Habló con posterioridad, sí. Y Carrasco dijo que «no», que no le gustaba porque no definía en tres cuartos de campo. Claro, nuestros técnicos no daban crédito... Al final, ese era el plan. Se le mandó a Lim. La respuesta fue ver más hacia delante lo de Imbula y el central también y, sobre Augusto, que no compraba jugadores con 28 años. Era una oportunidad muy buena, eran menos de 5 millones de euros para sacarlo del Celta.

Un apunte, por favor. Dentro de aquel Valencia maquiavélico, el agente de Augusto Fernández me contó: «Me han llamado para ficharlo para el Valencia tanto Ayala como Mendes, y ninguno de los dos sabía de la llamada del otro».

Efectivamente, pasaba con fichajes, con renovaciones... era una dualidad, había dos mundos, dos realidades, ya te he dicho que a una parte se la esterilizó. Pasó con muchos, muchas veces. Eso para mí fue muy doloroso, ver como tu equipo de trabajo sufría día a día y tú no podías darles más que palabras de aliento, esperanza, pedir que confiaran y decirles que íbamos a intentar cambiarlo, no desistir, pelear para cambiarlo. Nosotros no pedíamos un imposible, sólo pedíamos el sentido común, no queríamos mandar. Era, «mira, Peter, esta es nuestra propuesta, pero tenemos 76 jugadores más...». En ese contexto, se dio el día de Rodrigo Caio. Era un viernes y yo estaba solo en el club, a las cinco y media de la tarde estaba estresado, quería hacer un poco de deporte. Yendo hacia casa me llamó Layhoon y me dijo: «Peter Lim ha decidido comprar a Rodrigo Caio por 12 millones más cuatro en variables». Le dije: «¿Rodrigo Caio, el brasileño?». «Sí»...

¿Ese nombre había salido en la reunión con Nuno?

Nuno preguntó: «¿Qué os parece Rodrigo Caio»? Se dio una opinión: «Un chico joven, no tiene el nivel, preferimos a Imbula y Augusto, y para centrales a Rüdiger y los demás...» Tampoco se habló demasiado de Caio, lo dejó caer de soslayo... Pero lo compraron. En la conversación con Layhoon le dije: «¿¡Pero ya!?», «Sí, sí». Fui a Paterna, donde les notifiqué a Ayala y Rufete qué había pasado. Yo llamé a Layhoon y le dije que me marchaba, creo que era el 12 de junio, que no podíamos seguir trabajando así, unos por un sitio negociando, otros comprando jugadores sin que la gente de aquí -los que dábamos la cara por ellos día a día- lo supiera...Me dijo que no, nos emplazamos a hablar más.

Ese viernes de autos Salvo se enteró del fichaje de Caio, ¿pero Layhoon lo supo también ese mismo día?

No, Layhoon estaba en Singapur, debía de saberlo antes. Según me han informado a mí, lo sabía antes. Lo que no sé es por qué no nos lo dijeron a nosotros, enterarte 15 minutos antes del anuncio del Sao Paulo...