El Valencia de Voro, la mejor de las versiones blanquinegras vistas en la presente temporada, pone a prueba este mediodía su poder competitivo en Vitoria. Enfrente el único obstáculo en el terreno no será el Alavés de un buen conocido, el ‘Flaco’ Pellegrino. Entre la expedición que llegó a las nueve de la noche a la capital administrativa del País Vasco latía el recelo de que la sobredosis de esfuerzo experimentada para vencer al Real Madrid pueda pasar este sábado factura ante un rival descansado en lo físico y relajado en la medianía de la Liga. Sin embargo, más allá de las dificultades que el calendario y el físico de la plantilla añaden a la cita, al Valencia le sobran los motivos para sobreponerse a los contratiempos en Mendizorroza.

Una de esas razones es el pequeño Carlos: un valencianista de 8 años al que su abuela, Mercedes, le ha regalado su primer viaje con el Valencia CF. Los ojos del niño brillaban en el avión buscando los rostros de los futbolistas de su equipo: Garay, Mangala, Parejo, Orellana... Carlos preguntaba por todos uno a uno. Al bajar del avión pudo hacerse una fotografía con su nuevo ídolo, ZazaZaza, en compañía de Diego Alves. Hoy él estará en Mendizorroza como regalo por su primera comunión en el mes de mayo, pero la ilusión de Carlos es también la de otros muchos niños, quienes en los últimos tiempos defienden al Valencia rodeados de compañeros que se decantan por las opciones fáciles del Madrid o el Barça.

Esos pequeños en València que son el futuro del valencianismo o aquellos otros como Borja, un vitoriano fan del Valencia que esperaba al equipo en el aeropuerto de su ciudad, merecen que por primera vez en lo que va de temporada su equipo enlace tres triunfos, nueve puntos. Ellos lo necesitan más que nadie para que el lunes, cuando se crucen con sus amigos, nadie pueda decirles que «lo del Madrid fue flor de un día». El anímo tras ganar a los blancos es un factor que Voro confía en que juegue este sábado en favor de los blanquinegros para encadenar nueve puntos. Ganarle al líder sienta bien y el Valencia quiere demostrarlo contra el Deportivo Alavés.

Los valencianistas han dejado la parte baja de la clasificación y los puestos de descenso a diez puntos. Voro habla con la moderación del discurso del partido a partido, el mismo que puede servir si se compite al máximo, como en los días frente a Athletic y Real Madrid, para acercarse a posiciones más dignas del recorrido histórico del Valencia. Esta jornada el bloque de Voro, sin los lesionados Nani, Montoya, Rodrigo y Santi Mina, examina su capacidad de competir, de dar un paso más a lo hecho semanas atrás cuando se engancharon triunfos con Espanyol y Villarreal. La profundidad de la plantilla y algunos de los menos habituales deben demostrar el porqué de su estancia en el club con el cuarto grupo mejor pagado del país.

La séptima plaza, que daría derecho a jugar Liga Europa si el Barça levanta la Copa ante el Alavés, se halla ahora a nueve puntos. Esta jornada la escalada puede comenzar en Mendizorroza. El estadio vitoriano, donde los blanquinegros contarán con el apoyo de 150 seguidores, es históricamente un lugar propicio. Desde el curso 54/55, cuando los locales golearon 7-0, el Valencia ha jugado ocho partidos con un balance de cuatro empates y cuatro victorias. El último antecedente data de la temporada 2005/06, 0-1 con gol de Raúl Albiol.