La idea de Voro es devolver a Fabián Orellana a la mediapunta el sábado contra el Sporting de Gijón. Algo que no ha podido hacer en los tres últimos partidos contra el Alavés, Leganés y Atlético de Madrid. La intención del técnico es recuperar al chileno en la posición de ‘10’ y rescatar el 4-2-3-1 con el que el equipo desplegó su mejor fútbol contra el Real Madrid, Athletic de Bilbao y Betis. No es una casualidad que en esos tres partidos el ex del Celta actuase de enganche por delante de un doble trivote. El sábado repetirá. Son los planes del cuerpo técnico para que el equipo vuelva engancharse al fútbol y a lo que más importa, a las victorias.

El chileno entrenó ayer en la posición de mediapunta. Todo lo contrario que la semana pasada cuando lo hacía escorado en la izquierda ante la falta de efectivos de ataque. Orellana ayer se ejercitó en el posición de ‘10’ por delante de un doble pivote. La mediapunta es la posición en la que mejor se ha desenvuelto desde su llegada a València. Desde ahí ha hecho que fluyera el mejor fútbol del equipo, se ha convertido en el mejor socio para Parejo a la hora de dar salida al balón y ha creado peligro entre líneas en la zona de tres cuartos. Todo un salto de calidad a la hora de armar jugadas y tomar decisiones acertadas.

Así lo demostró en su debut contra el Real Betis en el Villamarín en sus primeros 81 minutos como titular. El Valencia desplegó un buen fútbol en la primera parte de su mano. Hasta que se le acabó la gasolina. La apuesta por el 4-2-3-1 tuvo continuidad contra el Athletic. Fue el enlace perfecto. Una decisión de Voro que sorprendió al propio Valverde como así reconoció en rueda de prensa. El chileno guió al Valencia hacia la victoria en su partido más completo desde su llegada con asistencia a Nani en el primer gol y participación en el segundo de Zaza. Tampoco se quedó corto su partido contra el Madrid tres días después. Dio velocidad al juego delante de los Casemiro, Modric, Kroos y compañía y marcó el 2-0 demostrando madurez para marcar goles en partidos importantes.

Desde ese momento Orellana ya nunca más jugó en la posición de mediapunta. Por una cuestión de efectivos. La noche del Madrid se lesionó Luís Nani y la baja del portugués -unida a la de Santi Mina y Rodrigo- supuso un quebradero de cabeza para Voro. El técnico tuvo que improvisar a Orellana en la izquierda en Mendizorroza. No funcionó y lo peor es que acabó tan desquiciado que terminó expulsado de forma caprichosa y cumplió sanción ante el Leganés. El pasado domingo contra el Atlético repitió en la izquierda por la falta de ritmo de Mina y la poca confianza en Bakkali para un partido de la exigencia física del Calderón. Fue su peor partido. El primer gol de Griezmann, de hecho, vino de una pérdida suya.

La buena noticia es que Santi Mina entrena al cien por cien y está a disposición de Voro para salir de inicio sin riesgo de recaída. La recuperación del gallego abre un nuevo escenario para Voro. El técnico puede volver a apostar por Orellana en el centro del campo sin que se vea afectado el tridente de ataque. Parece fijo en la mediapunta. También Parejo en el centro del campo. El de Coslada no tiene sustituto en la plantilla como demostró el último ciclo de cinco partidos en quince días. Lo jugó todo y pagó el cansancio en el Vicente Calderón. El equipo se cayó -si es que alguna vez en el partido estuvo en pie- al mismo tiempo que él lo hacía. La duda reside en su acompañante en la medular. Con Enzo Pérez sancionado y Álvaro Medrán sin posibilidades reales, Voro tendrá que elegir entre Carlos Soler o Mario Suárez.