Un mes después el Valencia CF ha recuperado la senda del triunfo en la Liga. El nuevo director general del club, Mateu Alemany, presenció en el palco como el equipo de Voro se impuso 3-0 al Deportivo con goles de Garay, Raúl Albentosa en propia puerta y Joao Cancelo en la recta final. Con estos tres puntos los blanquinegros cogen aire, dejan a los gallegos a seis puntos y los fantasmas del descenso se alejan de manera definitiva a 11 puntos. Diego Alves, quien volvió a parar un penalti decisivo, se erigió en el mejor jugador del Valencia en esta vigésimo novena jornada.
La afición de Mestalla disfrutó de un partido que comenzó de un modo electrizante, en los diez primeros minutos se sucedieron las acciones que desnivelaron la balanza a favor de los locales. El Valencia arrancó dispuesto a calmar los ánimos por la vía rápida. A los tres miuntos una preciosa combinación por la banda derecha entre Montoya y Munir concluyó en un sensaiconal centro del '9' que tocó perfectamente de espaldas Simone Zaza para el escurridizo Fabián Orellana. El disparo del chileno lo atajó Germán Lux. Dos miuntos más tarde el equipo volvió a la carga. Esta vez fue Zaza el que remató sin mordiente y el balón lo detuvo otra vez el meta argentino del Deportivo.
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Sin tiempo para los respiros en la grada, un envío en largo a Andone iba a complicar las cosas al Valencia. Montoya llegó por detrás atropellando al atacante rumano y el colegiado De Burgos Bengoetxea no dudó ni un instante a la hora de señalar el penalti y mostrar la amarilla al lateral derecho, que se perderá el choque del jueves, nuevamente en Mestalla, frente al Celta. Fajr cogió el balón y se enfrentó a Diego Alves, un portero que se agiganta en los lanzamientos desde los once metros. El brasileño, que se adelantó unos pasos, le comió el espacio y la moral al exjugador del Elche. Alves se lanzó a su derecha y repelió el esférico salvando el gol. Instantes después la fortuna se alió con el Valencia en la primera de las dos jugadas polémicas del primer acto. Carles Gil recogió la pelota en el área y la mandó a la red, pero el árbitro anuló el tanto por fuera de juego ante las protestas al juez de línea del valenciano. La posición del mediapunta zurdo era muy justa.
Y a la siguiente jugada, el inicio de vértigo concluyó con el gol valencianista. Dani Parejo sacó una falta al corazón del área, Munir, libre de marca, cabeceó al larguero y, muy atento a la acción, Garay remató a gol (1-0, minuto 9). A partir de ese momento el encuentro se relajó. Los pupilos de Voro estaban bien posicionados en el campo, siendo agresivos en la presión y dificultando la salida del balón del conjunto de Pepe Mel. El resultado dio sus frutos, en un nuevo chispazo Munir acabó obligando la estirada de Luz y sacando el córner que deparó el segundo de la tarde, el golpe de que dejó medio K.O al Deportivo. Raúl Albentosa, central valencia de los gallegos, saltó y cabeceó al interior de su portería (2-0, minuto 27).
Poco a poco el Valencia se adueñó del control, hacía daño al Depor con el balón y sin él no le dejaba jugar. Orellana y Munir se ofrecieron siempre como auxilio y alternativas de ataque por las bandas y Simone Zaza dio una lección de compromiso y trabajo defensivo. Fue el primer hombre en el 'pressing' de un equipo que compitió y buscó la victoria desde el primer minuto. La renta todavía pudo ser más amplia si el árbitro hubiese visto el pisotón de Albentosa a Carlos Soler en el interior del área en el minuto 33.
Durante los segundos 45 minutos el Valencia continuó con el plan posterior al 2-0: Estar sólidamente asentado en su campo, ceder el balón al rival, presionar con agresividad y salir rápidamente al ataque. El Depor, además, se revitalizó con la entrada del turco Emre Çolak. Un mediapunta zurdo que a los 50 minutos probó con un disparo desde la frontal el vuelo de Diego Alves. Abdennour había cometido la falta por la que vio amarilla. El festival de paradas del meta brasileño prosiguió. Primero a disparo de Joselu y más tarde, a los 72 minutos, en un mano a mano con Florin Andone. Antes Abdennour vio cómo el colegiado vasco le anuló un gol por un ajustado fuera de juego de Zaza.
Con todo aclarado, Voro dio descanso a Enzo Pérez, que había llegado muy fatigado del compromiso de Argentina en Bolivia. Siqueira, Mina y Cancelo salieron al terreno de juego y el joven portugués se convirtió en el protagonista de la tarde. Hizo el tercero tras un excelente regate y un chut medido al que no pudo llegar Lux (3-0, minuto 87). Pero el portugués la lió. Mandó callar a Mestalla en una triste temporada de los blanquinegros, a años luz de sus objetivos históricos. Poco después el luso pidió disculpas en el campo y en las cámaras de televisión. Mestalla censuró su feo gesto e increpó a Cancelo.
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