En una temporada en la que pasó por la UCI a finales de año, el Valencia CF comienza ahora a recuperar las constantes vitales después de dos triunfos consecutivos y las apariciones esperanzadoras de Carlos Soler y Toni Lato. El equipo tiene este domingo en Granada la oportunidad de encadenar por primera vez en toda la temporada tres victorias, la ocasión de ganar fiabilidad y confirmar la reacción lejos de Mestalla. «El triunfo frente al Celta significó que el grupo ha sabido superar muchos obstáculos. Veníamos de sumar solo un punto en tres partidos y luego pudimos ganar dos, remontando... Hemos dado un salto en la tabla y a nivel de confianza. Las dos victorias nos han dado mucha vida. Estamos vivos, queremos mantener una línea ascendente hasta el final, ese es nuestro objetivo», manifiesta Voro. [Así está ahora mismo la clasificación]

El Valencia ha consolidado su despertar en casa entre el apoyo y la mirada siempre exigente del público de Mestalla. Este mediodía el desafío se ha trasladado a 500 kilómetros de distancia, al Nuevo Los Cármenes de Granada. Los blanquinegros no han podido sumar un triunfo como visitantes desde que se impusieron con autoridad en el estadio de La Cerámica al Villarreal (0-2) el pasado 21 de enero. Desde entonces han pasado más de dos meses y medio en los que sólo han podido sumar un empate en el Benito Villamarín en un total de cinco duelos a domicilio: Las Palmas (3-1), Betis (0-0), Alavés (2-1), Atlético (3-0) y Barcelona (4-2). «Por lo menos mejoramos en casa, los números en diciembre no eran buenos. Ahora debemos dar ese paso fuera, aunque últimamente hemos pasado por campos difíciles. Tenemos la oportunidad de cambiar la dinámica», agrega el entrenador.

Alemany, al lado del equipo

Desde que Mateu Alemany asumió el cargo de director general hace un par de semanas el discurso que más ha repetido es el de la exigencia. Ayer el nuevo ejecutivo pasó buena parte del día al lado del equipo y el cuerpo técnico. El grupo se entrenó bajo la mirada del director general por la mañana. A la conclusión de la sesión, además, aprovechó para dialogar unos minutos con el entrenador. Fue el primer encuentro tras las palabras de la noche del jueves en el programa ´El Transistor´ en las que Alemany dejaba entrever que Voro no seguirá en el banquillo la próxima campaña. Más tarde, preguntado por ello, Voro aseguró que «no ha cambiado nada».

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«No he hablado nada con el club, el Valencia CF tomará la decisión en el momento oportuno. No hay más recorrido, es lo que hay. Estoy tranquilo y me centro en los partidos. No insistáis más, es un debate cansino», continuó el míster de l´Alcúdia. «A mí no me ha dicho nada, no puedo valorar interpretaciones. Sé que no he hablado nada de ese tema», repitió ante la insistencia de la pregunta sobre lo dicho por Alemany. Los dos se vieron las caras nuevamente por la tarde durante el desplazamiento a Granada, el primero con el equipo del director general. La sintonía fue buena.

En su primer día en el vestuario Alemany pidió al equipo que mantenga la tensión hasta el final con el objetivo de acabar la temporada lo más arriba posible, un «mensaje» que Voro asegura que los técnicos ya habían trasladado. «Aquel día lanzó un pequeño mensaje sobre el objetivo que tenemos todos en mente. Los futbolistas notan la exigencia porque estamos en un ambiente de exigencia y con el añadido de que hemos pasado una temporada con momentos complicados. Yo también recuerdo muchas veces al equipo qué tenemos que aprender para alejarnos de los malos momentos y para conseguirlo solo podemos rendir, ser profesionales... más en un contexto de ocho partidos donde Europa está muy lejos. Tenemos que marcar metas cortas, partido a partido. Nuestro objetivo es seguir una línea ascendente», concluyó. En sintonía con el discurso de Voro, el Valencia no debe mirar más allá de Granada. La meta en esta jornada 31 es superar las series de dos victorias que se lograron en enero con Espanyol y Villarreal o en febrero con Athletic y Real Madrid. Entonces se cayó a la tercera frente a Eibar y Alavés. El examen, con ausencias de peso y frente a un rival sumamente necesitado para salvar la categoría, es el ideal para calibrar el crecimiento de este Valencia.