El Valencia CF pisará esta tarde el Santiago Bernabéu después de tres partidos consecutivos sin conocer la victoria y, sobre todo, a una distancia del clásico rival blanco tan amplia como vergonzosa, 38 puntos en 34 jornadas. Una hoja de servicios totalmente discordante con el historial de la entidad y con las metas marcadas cada principio de temporada. Al Valencia, como señaló Voro González, no le queda más objetivo que la dignidad que en el pasado dieron otros protagonistas a la camiseta y el escudo valencianista. «Estamos centrados en que todos den el máximo, no podemos agarrarnos a nada más. Por desgracia estamos sin objetivos, pero vamos libres de presión para poder rendir bien», dice el técnico.

El Real Madrid, con un partido más en el calendario -frente al Celta en Balaídos-, se juega la Liga en un mano a mano final encarnizado con el Barcelona. Esta tarde los hombres de Zinedine Zidane, que tras la caída en el Clásico golearon 2-6 al Deportivo, saldrán sin ningún miramiento a la caza de un título que no levantan en la casa blanca desde 2012. En un contexto en el que, además, Gil Manzano puede convertirse en un enemigo añadidoGil Manzano, el Valencia no llegará con vida demasiado lejos si repite la indolente actitud de hace sólo unos días contra la Real Sociedad. Pese a regalar toda una hora de partido, los donostiarras se marcharon de Mestalla con los tres puntos, pero suspirando por el pitido final.

La lógica que ha enseñado este Valencia invita a pensar que los pupilos de Voro activarán nuevamente hoy su versión más competitiva, la que suele aparecer frente a los grandes de la competición. Sin embargo, precisamente en Madrid, el precedente con el Atlético de inicios de marzo refleja tanto la imprevisible irregularidad de los blanquinegros como lo caro que puede costar relajarse en la capital de España. Aquel día los rojiblancos se impusieron por tres goles a cero, un resultado corto para los méritos locales y los deméritos visitantes.

Mientras aguardan cambios para la próxima temporada, son los propios aficionados valencianistas los que no perdonarían un nuevo paseo en Madrid delante de un rival al que ganarle siempre deja un sabor especial. Los jugadores están obligados a mejorar su rendimiento lejos de Mestalla, donde en la segunda vuelta el equipo sólo ha sumado cuatro puntos de 21 posibles gracias al empate en el Benito Villamarín y la victoria en Granada. ¿Qué cara dará hoy el equipo, la del Nuevo Los Cármenes o la última de La Rosaleda? «Me gustaría ver el resultado de Granada y la mejor cara, aunque valdría la cara fea si sacáramos puntos... de todos modos, en el Bernabéu hay que hacerlo bien para ganar. No concibo que nadie salga a pasearse, es complicado competir sin alicientes concretos, pero este partido los tiene», responde Voro González.

El Real Madrid pondrá en liza un once prácticamente de gala. Preguntado por si prefería el Madrid A o B, Voro contestó con humor: «El C, el filial. Tienen una plantilla espectacular, los que juegan sacan los partidos adelante, así que no me preocupa cuáles sean». En cuanto al plan, el técnico apuesta por «defender bien, por dentro, organizarse, y aprovechar los espacios, teniendo en cuenta que el Madrid es letal en sus contras». La victoria en Mestalla de la primera vuelta, con un Orellana notable entre líneas, es hoy la fórmula a explotar. Al chileno se le da bien el Madrid y debe asumir protagonismo en un once sin Zaza y con Munir o Mina de ´9´.

En un equipo sin Zaza, Cancelo ni Enzo Pérez, las buenas noticias son los regresos al once de Mangala y Parejo mientras que Gayà pugnará con Lato. Voro es claro, el Valencia «por desgracia no tiene objetivos, pero sí la necesidad de competir en un gran escenario».