Fuera del circuito de las súper figuras de LaLiga, Dani Parejo es uno de los centrocampistas más importantes del fútbol español. Eso es lo que Pako Ayestaran defendió hace unas semanas en el programa ‘El Club’ de beIN SPORTS. No es un disparate. La opinión también la comparten entrenadores como Ernesto Valverde. Los números refuerzan el argemento. Las estadísticas necesitan contexto e interpretación, pero insisten en la solidez de Parejo. El cosladeño está entre los diez mejores centrocampistas del campeonato en ocasiones creadas, asistencias, goles, disparos, faltas generadas y volumen de pases realizados. Durante las últimas temporadas, su mejor versión ha sido imprescindible para encontrar la mejor versión del Valencia. Sin embargo, hay cuestiones cualitativas que los números no reflejan. Por ejemplo, su carácter tibio o el desgaste que ha sufrido su figura desde su llegada (con la etapa del Txingurri o Pizzi como paréntesis), mucho más feroz desde el pasado verano, cuando quiso forzar su salida. Para un sector de Mestalla es fundamental recuperar su mejor versión, para otros es uno de los responsables de la personalidad flemática del equipo. Así lo entendió también Cesare Prandelli, que marcó su marcha como necesariaCesare Prandelli en el último mercado de invierno para la reconstrucción de la plantilla. Un semestre después, el club está trabajando con una perspectiva similar de cara al curso 2017/18: su venta está prevista.

¿Liberación o trauma? La sucesión de Parejo plantea un reto enorme. El valor de mercado del cosladeño es inferior al de la mayoría de futbolistas que puede garantizar el mismo rendimiento de inmediato. Gastar, apostar y no fallar. La posición de mediocentro es crucial. Contra las dudas sólo hay un remedio, tener atado a un futbolista capaz. No valen experimentos porque a diferencia de otras épocas no hay columna vertebral capaz de ofrecer margen de error o tiempo de adaptación. El único comodín para Alexanko es Carlos Soler, al que conviene rodear bien y potenciar, pero no asfixiar -a corto plazo- con la responsabilidad de liderar un transatlántico como el Valencia.

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El club tiene decidido escuchar ofertas. Eso no significa que vaya a regalar su venta o esté cerrado a la posibilidad de recuperarlo. Después de dos temporadas de máximo desgaste y una capitanía equivocada por carácter (Nuno le hizo un flaco favor), sólo la apuesta firme del próximo entrenador puede rescatar a Parejo. También necesitará estar bien complementado por generales más autoritarios. En cualquier caso, el debate en torno a su capacidad no terminaría. El consenso es imposible y eso genera una bomba de presión añadida. Pocas veces se reconocen sus méritos. La operación rescate que ha completado Voro no se entiende sin el fútbol del cosladeño. Por ejemplo.

Parejo tiene voz y voto. También debe plantearse si el ciclo valencianista ha terminado o es capaz de limpiar su mente. La cuestión parece evidente después de su intento frustrado por salir.

Como informó SUPER en su edición del miércoles, los técnicos están planificando el futuro sin ParejoSUPERfuturo sin Parejo. No hay señal más clara, pese a que se respete la decisión del futuro entrenador. La secretaría técnica pretende otro tipo de organizador para la sala de máquinas futura y se ha marcado como objetivo encontrar un sucesor superior. En eso está trabajando. El centrocampista tiene una de las fichas más altas de la plantilla y contrato hasta 2020, si bien, cuenta con el compromiso de la presidenta, desde el pasado mercado de invierno, para facilitar su salida. Sólo la delicada situación del Valencia entonces actuó de tapón.