El Valencia Mestalla ha certificado este fin de semana su participación en los play-off de ascenso a Segunda División, alcanzando de esta manera un objetivo que no se lograba desde hacía 15 años y Curro Torres, su principal responsable y uno de los grandes artífices de este éxito, no tiene garantizada su continuidad en el club. No solo eso, sino que acaba contrato el próximo 30 de junio -dentro de mes y medio, aproximadamente- y a estas alturas el Valencia todavía no ha movido ficha para tratar de amarrarlo, según ha podido saber SUPER. Ni un solo movimiento, ni un gesto, ni una comunicación desde la dirección deportiva que comanda José Ramón Alexanko en lo que respecta al futuro de uno de los entrenadores más cotizados de la categoría, que en su cuarta temporada al frente del filial ha relanzado un proyecto que cuando lo cogió estaba abocado a pelear por no descender y que de forma paralela a la buena dinámica deportiva está formando futbolistas para el primer equipo. Su labor, en efecto, no está pasando desapercibida para algunos equipos de Segunda División, dispuestos a contratarlo de cara al próximo curso.

Su bagaje es incuestionable, también su futuro. En un contexto de desarraigo, Curro es más que nunca patrimonio del valencianismo y ha hecho méritos para que en el club lo tengan en alta consideración. A su palmarés como futbolista cosechado en la etapa más gloriosa del club -entre 1997 y 2009 consiguió dos Ligas, una Copa del Rey, una UEFA y una Supercopa de Europa- se suma un comienzo prometedor en su carrera en los banquillos. Por ello, en marzo, más de la mitad de los encuestados por SUPER consideraba que Meriton debía valorarlo para el primer equipo. En 2014 dio un paso al frente para tomar las riendas del filial cuando Baraja no se atrevió. El Mestalla era por aquel entonces una apuesta de riesgo pero no tuvo dudas. Sin margen de maniobra, recalibró el rumbo de colisión en el tramo final de temporada y emprendió un camino de crecimiento que a día de hoy da como resultado su versión más madura. Curro comanda un equipo al que ha inyectado su personalidad y su ambición, que consigue resultados con sentido creativo y en el que, bajo su liderazgo conviven veteranos con futbolistas de proyección para el primer equipo. El técnico ha tenido influencia en la progresión de futbolistas como Lato o Soler, ha lanzado a Sivera -recientemente convocado con la selección Sub-21- y ha impulsado, por ejemplo, a Nacho Gil, jugador más determinante del equipo en las dos últimas temporadas y renovado hasta 2020. El mediapunta hará la pretemporada con el primer equipo al igual que Nacho Vidal -también renovado-, su extensión en el terreno de juego. El lateral se ha convertido en el Curro Torres del filial y es un ejemplo de mentalidad, constancia y rigor. Si ninguno de los anteripres cuenta para el primer equipo saldrá para crecer en Segunda o en Primera. Otro de sus productos es Rafa Mir. El de Javalí Nuevo marca diferencias jornada tras jornada, ha sentado a Aridai y lidera el frente de ataque con sus goles y asistencias.

Apuesta por juveniles

El de Fran Villalba es otro de los nombres propios de su gestión. El centrocampista ha aumentado su protagonismo y su incidencia en el equipo después de haber vivido una temporada de inestabilidad en la 2015/16, en la que pasó por cuatro equipos distintos. Curro ha hecho por tenerlo en un contexto recogido, ha crecido físicamente para hacerse sitio en un centro del campo de aire más veterano y está siendo titular. También Javi Jiménez, una de las referencias de la zaga del equipo, habiendo llegado a debutar en el primer equipo. Al mismo tiempo que el filial promociona futbolistas al primer equipo también incorpora juveniles. Curro ha requerido ya en distintas convocatorias al extremo Ferran Torres, y los centrocampistas Pascu o Marco Valero. No es solo una cuestión de resultados.