El Valencia ha puesto en marcha la operación central. Los principales responsables de la parcela deportiva del club de Mestalla trabajan en la contratación de dos futbolistas para potenciar el eje central de la zaga, una parcela en la que Abdennour y Aderllan Santos han demostrado que no dan la talla y donde la vuelta de Mangala al Manchester City -su opción de compra es desorbitada para la realidad financiera del club, que está dispuesto a negociar su traspaso solo en cantidades más bajas- escarba un boquete considerable. A partir de ahí, solo queda Garay. Esa es, por lo tanto, una de las prioridades marcadas por Marcelino junto con la figura de un mediocentro de peso, a pesar de que el asturiano en su presentación no quiso entrar más en detalles. En el radar de la secretaría técnica saltan tres nombres que gustan y mucho: Jeison Murillo del Inter de Milán, Raúl Albiol del Nápoles y Emanuel Mammana del Olympique de Lyon. Tres candidatos que elevarían el nivel competitivo de la zaga. Por los tres hay gestiones en marcha y el Valencia, una vez aterrizado Marcelino, espera comenzar a lograr avances significativos en los primeros fichajes.

La órbita del Valencia y la de Albiol avanzan a través de los años de forma casi paralela y nunca parecen encontrarse. El verano pasado, entrando en su último año de contrato, el futbolista de Villamartxant puso de su parte para salir del Nápoles y volver a Mestalla pero su presidente, Aurelio de Laurentiis, no dejó ningún margen. Al final acabó renovando con una cáusula que, según informa la Gazzetta dello Sport podría ser inferior a los 5 millones de euros. Manda el jugador. El Valencia ha hablado con él para transmitirle sus deseos por ficharle y sondear sus intenciones. Sin embargo, hay elementos que están en contra de los intereses del club. A sus 31 años, Albiol tiene firmadas todavía tres temporadas por delante con el Nápoles. El jugador está dispuesto a perder dinero para volver a casa pero eso significa que debería ofrecerle al menos los mismos años que le quedan en San Paolo. Además, según ha trascendido en la prensa italiana, hay un pacto interno entre los pesos pesados del vestuario napolitano -Albiol es uno de ellos- para no salir del club hasta 2018 y recientemente ha hecho un guiño en esa dirección: "ganar un scudetto con el Nápoles sería como lograr el Mundial".

Una competencia brutal

La opción de Mammana gusta mucho a la secretaría técnica. El Valencia ha marcado de cerca al jugador en las últimas semanas, lo ha visto en directo y conoce de sobra sus condiciones. Marcelino lo quiso fichar del River Plate cuando estaba en Villarreal: también le gusta. Hay consenso en cuanto a sus condiciones pero su precio lo pone muy difícil. El Olympique de Lyon no está dispuesto a venderlo por menos de 20 millones de euros, un montante del que el Valencia no dispone para fichar un jugador: de lo contrario se hubiera intentado contratar a Mangala. En este sentido, hay equipos muy importantes de la Liga que están dispuestos a ficharlo: la competencia por él va a ser brutal debido a su alta cotización. Otra posibilidad es la de Jeison Murillo.

El central, internacional con Colombia, ha sido puesto en venta por el Inter de Milán, que después de pagar 10 millones de euros al Granada hace dos veranos vería con buenos ojos un traspaso que rondara los 12 y los 15 'kilos'. Su perfil enamora. Es lo más parecido a Otamendi. Agresivo al corte y poderoso en el juego aéreo, Murillo asume con total naturalidad el papel de líder en todas las defensas. Borussia Dortmund, Mónaco y Newcastle también van tras sus pasos. Está nacionalizado español y a sus 24 años ya ha jugado en el Granada, el Cádiz o la UD Las Palmas, por lo que conoce sobradamente nuestro fútbol.