La secretaría técnica del Valencia lleva meses trabajando y tiene varios frentes abiertos. ¿El problema? No puede rematar operaciones porque le falta dinero... euros, pasta, cash. Alexanko y Vicente están a la espera de las espinacas. Mientras, determinados futbolistas se escapan y por otros no se avanza. Todas las partes tienen asumido que este mercado de verano es una etapa de alta montaña, pero el valor de hacer puntos en las meta volante es fundamental. Ahí es donde el Valencia está perdiendo fuerza. Primero, porque el presupuesto es realmente ajutado y el margen de maniobra escaso. Segundo, porque el contexto obliga a sacrificar un futbolista para hacer caja y la oferta deseada no llega o no ofrece suficiente margen para reinvertir y hacer una reforma profunda. Tercero, porque hay salidas -fichas y traspasos menores- haciendo tapón.
Marcelino es consciente del contexto, pero también espera acción durante el próximo mes. Él mismo reconoció que hay refuerzos y oportunidades que surgen sobre la bocina, pero hay posiciones, roles y futbolistas por los que conviene pisar el acelerador. Atacar y cerrar. Dos condiciones que dependen de una cadena, ahora mismo atascada.
El portugués tiene la llave
Joao es el futbolista marcado para hacer caja. Se firmó por 15 millones de euros en una operación pensada para no ingresar menos del doble. El problema es que no hay venta, el jugador quiere ser lateral y titular. Marcelino apuesta por Montoya y no su única garantía es el rendimiento. Además, lo ve como extremo, posición de la que Joao pretende escapar. La buena noticia es que el portugués tiene cartel y una Eurocopa Sub-21 para reinvindicarse. Su trapaso es la llave en la hoja de ruta valencianista.
Aligerar en fichas también es esencial. En la reunión de Mánchester con Jorge Mendes, la expedición valencianista expusó al agente portugués una serie de situaciones fundamentales a desbloquear. Además de Cancelo. Uno de esos jugadores es Álvaro NegredoÁlvaro Negred. Mendes ya está moviendo agenda y entre los clubes donde guarda entrada está el AEK de Atenas, que tiene plaza en el play-off de la Liga de Campeones y está levantando un proyecto cuya finalidad es terminar con el dominio de Olympiacos.
Un movimiento puede desatascar la situación. Un gran movimiento puede disparar los acontecimientos. Por el momento, la dirección deportiva intenta hacer lo que puede con el margen que tiene. El Valencia ha hecho una oferta de seis millones de euros por Milan Badelj... el problema es que la Fiorentina quiere no menos de diez y negocia consciente de las necesidades del Valencia en la posición y del cartel de su futbolista. Un caramelo para la Premier League, la clase alta de Alemania y equipos italianos como la Lazio.
El mismo escenario ha apagado la opción Emanuel MammanaEmanuel Mammana. Un central seguido y trabajado, pero que se tenía que haber cerrado hace meses. Ahora el Lyon lo ha tasado por 20 millones de euros y hay equipos con más fuerza en la carga que el Valencia atentos a la situación del defensa argentino.
El ejemplo de Diawara
La mejor lección es la experiencia. La temporada pasada, los técnicos tenían bien perfilado el fichaje de Amadou Diawara -mediocentro revelación en el Bolonia 2015/16- pero los responsables no dieron luz verde a una operación de 12-15 millones de euros en el momento clave. Después firmó por el Nápoles y ya se sabe lo que ha sucedido después. El guineano, 19 años, ha funcionado de maravilla en el bloque de Maurizio Sarri, jugó una eliminatoria notable ante el Real Madrid y la perspectiva es venderlo cuando corresponda por tres o cuatro veces más. Hay oportunidades que se escapan. Diego Llorente está a un paso de la Real Sociedad por 6-8 millones de eurosDiego Llorente. No es fácil encontrar un central mejor calidad-precio.
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