Consultas a la Juventus por Mario Lemina, reuniones con Madrid y Atlético solicitando cesiones, el mismo proceder con otros importantes clubes de Europa, un intento a la baja para sacar de la Fiorentina a Milan Badelj por seis millones de euros, citas diarias en Paterna con diferentes representantes, viajes, incluso al otro lado del Atlántico, para comprobar in situ las facultades de futbolistas como Lucas Alario o Nahitan Nández... En las oficinas y la secretaría técnica del Valencia CF el trabajo es constante, diario. No cesa. Sin embargo, hasta la fecha el club no ha podido concretar por falta de liquidez ningún fichaje estratégico en su objetivo de remodelar por completo la estructura competitiva de la plantilla.

La falta de efectivo bloquea a un Valencia que, pese a todo, continúa observando jugadores de su interés, cotejando alternativas a distintos precios y avanzando en la medida de lo posible para convencer primero a los futbolistas con argumentos de cambio, grandeza de club y la llegada de un técnico ambicioso, Marcelino. Sin una inyección económica por obra y gracia del propietario, Peter Lim, los responsables de los fichajes tienen las manos atadas a la hora de acometer cualquier operación que se acerque a diez millones de euros. El plan de confeccionar un Valencia potente, dando máxima prioridad a centrales y mediocentros, se aplaza desde dentro con esta frase que resume la necesidad reinante: "primero deben salir, antes de entrar".

El contexto actual provoca que hasta ahora el Valencia no haya podido aumentar la oferta a la Fiorentina por Badelj, un ´6´ elegante del agrado de los técnicos. Desde Vicente, principal valedor, hasta el propio Marcelino, buen conocedor de la Serie A. Como informó SUPER hace días, a pesar de que se había llegado a una buena sintonía con la parte del futbolista, existe el riesgo de perder al internacional croata que acaba contrato en 2018. La Fiore prefiere vender a Badelj lejos de Italia, pero a la postre acabará cediendo ante el mejor postor. Todo un peligro para un Valencia que, dada su situación, juega con que el paso de las semanas pueda propiciar una rebaja desde el club viola, que ha pedido diez ´kilos´.

Otro factor que juega en contra es el hecho de que, con sólo un año de contrato por delante, al mediocentro de 28 de años puedan llegarle ofertas próximas a tres millones anuales. Badelj no ve con malos ojos un cambio de aires para recalar en la Liga con la camiseta del Valencia, pero desearía que el fichaje se diera antes de que comenzase la pretemporada y poder así adaptarse al nuevo escenario desde el primer día. Con Lemina, por ejemplo, el Valencia hoy tampoco puede avanzar demasiado, ya que la Juve no se plantea una cesión a estas alturas de mercado, sino esperar ofertas de Inglaterra con las que sacar un extra a los 12 millones que invirtió en el franco-gabonés. Opciones caras con poco dinero en la caja, como alguna de las pulsadas para el eje de la zaga, que fuerzan a no perder de vista otras vías. Entre ellas, la cesión de jóvenes como Merino o Chirivella. La búsqueda y seguimiento constante de futbolistas, además, son necesarios con tal de cumplir el plan fijado de fichar a varios centrales y mediocentros.

Prueba de que la labor de la secretaría técnica no para es la reunión matinal de Vicente Rodríguez con el agente dominador en Uruguay, Paco Casal, y la presencia por la noche del secretario técnico en Murcia para ver a los valores ´cafeteros´ en el España-Colombia. Por supuesto, el hecho de que otro espía del Valencia tomara nota en Niza, horas después de la cita con Casal, en el duelo Italia-Uruguay.

En el combinado charrúa tres jugadores son del agrado del Valencia CF: el central Coates (Sporting de Lisboa) y los medioncentros Matías Vecino (Fiorentina) y Nahitan Nández (Peñarol). El último sería el más económico de los tres con un precio de salida entre 3,5 y 4 millones. Según la prensa italiana, el emisario del Valencia estuvo en Francia por él y se habría colocado en la puja con la Lazio por este interior de 21 años que finaliza contrato en febrero de 2018. Angulo ya había estado en Uruguay pendiente de Peñarol.