El primer fichaje de Marcelino ya tiene nombre y apellido. Se llama Pascual Casañ y no es futbolista. Tampoco técnico. Ni siquiera es un médico al uso. El nuevo entrenador del Valencia ha incorporado a un fisiólogo a petición propia. Se trata de una figura que no existía en el actual organigrama médico del club y que aterrizó en el fútbol de la mano del ciclismo hace años. No hay equipo de ciclismo que no trabaje con ellos y cada vez son más los clubes de fútbol que incorporan este tipo de especialistas a sus estructuras. El Valencia lo ha hecho. Marcelino trasladó la petición al jefe de los servicios médicos, Luis González Lago, que se está encargado directamente de la contratación del nuevo ayudante directo del técnico.

Casañ coincidió con Marcelino en el Villarreal en la temporada 2015/16 y ayudará a Villarreal profesionalizar una parcela vital para el técnico asturiano como así ha demostrado en todos y cada uno de los clubes en los que ha trabajado. Nicolás Terrados, exmédico del equipo de ciclismo ONCE en su triunfal etapa de los años noventa, trabajó para Marcelino en el Sporting, le asesoró de forma externa en el Racing y firmó en el Sevilla de su mano.

Resistencia y velocidad

La fisiología del deporte es la ciencia aplicada a la mejora del rendimiento deportivo. ¿Y cuál es su función? Controla las dietas y el peso de los jugadores, multiplica los controles analíticos de los futbolistas con el fin de evaluar los niveles de fuerza muscular, resistencia y velocidad durante la temporada, sigue la curva de rendimiento de cada jugador para extraer lo mejor de cada uno y le somete a pruebas de prevenir lesiones y medir sus esfuerzos. En definitiva, cuida la salud de sus futbolistas e intenta optimizar su rendimiento y recomenzar intervenciones de entrenamiento o nutricionales. Aporta apoyo científico al entrenador y al futbolista. No se encarga de lesiones. Para la fisiología, sin una alimentación adecuada no es posible optimizar el entrenamiento, ni la recuperación, ni el rendimiento en competición. La intención de Marcelino es que el fisiólogo trabaje en consenso con el cuerpo técnico con un objetivo: buscar un futbolista total físico, resistente, rápido y muy fino.

El Barcelona de Pep Guardiola incorporó a un especialista en la materia como Esteban Gorostiaga. Detrás de los éxitos del ciclista Cris Froome también hay un fisiólogo australiano, Tim Kerrison. Iñigo Mújica, por su parte, es uno de los fisiólogos más reconocidos el mundo. Sus trabajos en el Euskaltel o el Athletic de Bilbao lo avalan. El Valencia de Marcelino ya tiene al suyo.