"¿Tú qué haces aquí, payaso hijo de puta?". Las palabras fueron pronunciadas por el antiguo presidente valencianista, Francisco Roig al exjugador búlgaro Lubo Penev (Dobrich 1966). Penev, que había militado durante seis temporadas en el Valencia CF, había salido del conjunto che en el verano del 1995, tras fichar por el Atlético de Madrid.

El jugador y el presidente no acabaron muy bien. La cosa no quedó en palabras. Ambos después de insultarse unas cuentas veces más, decidieron dar el paso de sacar los puños a relucir, donde vistas las hechuras del búlgaro, Paco Roig salió peor parado. Tenía síntomas de derrame en un ojo.

Y como peor parado en el combate, acabó denunciando a Penev, aunque éste último también tenía el pómulo maltrecho. Cuentan que, cuando a Luis Aragonés -entrenador del Valencia CF y extrenador del Atletico de Madrid- le contaron lo sucedido, soltó una carcajada espontánea.

Aunque no acabara del todo bien, la etapa de Penev en Valencia fue muy buena. Llegó en el verano de 1989. Poco se sabía de aquel búlgaro de papos sonrojados y tez pálida. Ya en la primera temporada dejó ver su olfato goleador con 13 goles. De ahí, pocos años bajó.

En la temporada 92/93 llegó a anotar hasta 20 goles en Liga, convirtiéndose así en uno de los delanteros más cotizados del momento. A todos les gustaba aquel delantero encorvado de gran estatura que ofrecía goles y juego de espaldas. Hasta que llegó un serio contratiempo en su vida. Era enero de 1994. El cáncer.

La enfermedad le obligó a perderse parte de liga y el Mundial de Estados Unidos 1994, donde Bulgaria contaba con una excelente generación de jugadores que les llevaría al cuarto puesto. Cinco meses de sesiones de quimioterapia y la pronta detección del tumor contribuyeron a que diez meses después de jugar su último partido Lubo volviera al verde. Siguió marcando y se despidió en la final perdida contra el Deportivo en el Santiago Bernabéu. Ahora, vuelve al Valencia CF para entrenar al equipo filial.