«Nuestro capitán Dani Parejo ha realizado el saque de honor previo al partido entre Cincinnati Reds y Miami Marlins». Este mensaje, publicado en el perfil oficial del Valencia en Twitter, desencadenó un serial inabarcable de reacciones por parte de aficionados valencianistas. La mayoría de ellos reprobaban el hecho de que Parejo fuera capitán en un escenario en el que la llegada de Marcelino trae consigo una gran expectativa de cambio a todos los niveles. Otros tantos se manifestaron en el sentido contrario. El de Coslada, no es nuevo, camina entre partidarios y detractores. Sin embargo, tras este pequeño estruendo formado en las redes sociales no se esconde más que la interpretación del mensaje citado anteriormente, según el propio club, que trata de quitarle importancia al asunto. La versión del Valencia dice que no se trata de ningún anuncio oficial de que lo vaya a ser durante la temporada porque a día e hoy ni siquiera la plantilla está cerrada y únicamente está representando al equipo como tal en pretemporada al igual que han hecho otros futbolistas como son Jaume, Montoya o Zaza.

La salida de la plantilla por parte de hombres como Enzo Pérez o Diego Alves reabre este capítulo. El brazalete, un elemento cargado de responsabilidad y simbolismo y que nunca está exento de polémica, vuelve a bailar sin la presencia de un candidato claro y detectado que convenza e inspire en el vestuario por personalidad, implicación y liderazgo y aunque Marcelino no impondrá quién debe ser el capitán sí tendrá la capacidad para retirar esta condición a uno de los futbolistas -elegidos a votación por el resto de la plantilla- si no cumple con una serie de valores que se consideran imprescindibles. No se trata de un asunto menor. Se trata de asentar ni más ni menos que uno de los pilares fundamentales del nuevo Valencia. Ahí, no hay tantos candidatos. De hecho, según los resultados recogidos por la encuesta de SUPER -todavía activa en la edición digital-SUPER al respecto de una posible capitanía de Parejo, más de la mitadde la afición apoya que el de Coslada siguiera como capitán del Valencia. Un 57 % de los votantes lo verían con buenos ojos mientras que un 43% se muestra contrario.

Más allá de que Parejo es un futbolista cuya incidencia sobre el terreno de juego está fuera de toda duda, estos porcentajes no escapan al panorama actual del Valencia, donde el centrocampista se ve abocado a ejercer como tal en actos sociales y en partidos porque no hay grandes referentes y él es el futbolista más longevo de la plantilla.

Posiciones muy importantes

A falta de que lleguen fichajes -el mediocentro y los centrales, piezas clave en cualquier esquema, no están claros a día de hoy- aparecen nombres como Gayà o Jaume, de la casa, cuyo peso específico está aumentando en el vestuario desde un tiempo a esta parte y que ya han tenido algún contacto, puntual, con el brazalete. Están más cerca que Soler o Lato, llamados a convertirse en dos de los principales valores, aunque todavía es pronto. Aparece también Montoya, que pese a que lleva solo una temporada tiene suficiente presencia, experiencia y ascendencia sobre sus compañeros para convertirse en una referencia; mismo caso que el de Zaza, que lo fue ante el Cosmos. El futuro de Garay no está ni mucho menos claro y Nani debe dar un paso al frente. Ojo con Rodrigo, un jugador del gusto de Marcelino y que tiene material para ser un hombre de peso. Visto el panorama no se descarta que alguno de los fichajes todavía por hacer acabe calzando un rol tan específico ante la falta de contrapeso.