En la mañana de este martes Marcelino García Toral ha focalizado el trabajo sobre la salida de balón y las transiciones de juego de su Valencia, dos aspectos tácticos en los que considera que el equipo tiene que mejorar de cara a la primera jornada de Liga ante Las Palmas. El técnico asturiano, después de los habituales ejercicios de calentamiento, ha reducido el ancho del terreno de juego y ha dispuesto sobre el césped a sus hombres, formando en un inicio con Gayà, Abdennour, Javi Jiménez y Cancelo en defensa, con un centro del campo formado por Maksimovic y Parejo, Nacho Gil y Orellana en las bandas y Zaza y Vinícius como atacantes. Estaban a punto de presenciar una auténtica lección táctica por parte del entrenador.

Uno de los miembros del cuerpo técnico oficia como portero pasando el balón a los centrales y a partir de ahí comienza la acción. El eje central de la zaga inicia el juego rápido, intenta combinar con los interiores, laterales o con el centro del campo y entonces todo empieza a moverse. Marcelino quiere ritmo, que el equipo sea capaz de salir rápido y con pocos toques desde atrás, encontrando soluciones y multiplicando las conexiones a gran velocidad para poder llegar a línea de fondo y generar peligro sin necesidad de grandes construcciones

Si las cosas no salen, no pasa nada. Marcelino es machacón. Para el juego, se acerca y recalca las instrucciones las veces que hagan falta para que el equipo lo procese. "Presión alta, vas a tener que jugar fácil Abdennour", decía el técnico al tunecino, que afrontaba una de sus principales carencias en este ejercicio. "¿Dónde me tienes que dar el apoyo, Maksimovic?", preguntaba al centrocampista serbio, algo perdido. "Aquí", responde. Negativo. "Aquí", vuelve a intentar el futbolista. "Ahí sí, muy bien, línea de pase clara", aprueba Marcelino, que marca la posición y el ratio de acción de cada uno con picas y con vallas clavadas en el césped.