El Real Madrid tiene a Asensio en estado de gracia -este futbolista lo tiene todo para marcar una época en el fútbol- y le bastó con una pérdida en el centro del campo valencianista para ponerse por delante. El zurdazo del jugador blanco fue ajustado al palo desde la frontal y ante él nada pudo hacer Neto. Lo típico, el Valencia había mostrado ya sus intenciones pero en el Bernabéu cualquier error se paga, y eso que durante la semana Marcelino había advertido a sus jugadores que las pérdidas podían ser demoledoras. Y lo fue. Parejo se la dio a Rodrigo y el delantero de primeras la echó para atrás hacia Kondogbia pero muy larga…

Pese a todo el Valencia se rehizo y sobre todo, no cambió su plan que no era otro que presionar en bloque y de forma solidaria y salir con rapidez a la contra. Ese juego veloz quienes mejor lo interpretaron en el primer tiempo fueron Lato y Gayà por la izquierda y Soler por la derecha. Queda claro lo que quiere Marcelino, un doble pivote y en bandas uno a pierna cambiada que llegue al área por dentro, que es Soler, y la otra banda que llegue por fuera. Si no está Cancelo se inventa a Gayà. Parejo trató de lanzar el juego en largo y a Rodrigo le costaba darle continuidad al juego.

Y así llegó el empate tras un cambio de juego de Kondogbia, que por otra parte, tiene una presencia en el centro del camp tremenda, a la izquierda donde Gaya y Lato marearon a Carvajal. El segundo entró en el área y llegando desde atrás Soler definió con la zurda. ¡Golazo! Si alguien tiene dudas del papel de llegador de Carlos Soler pocas le quedarán, porque él fabricó desde la derecha el tanto de Zaza ante Las Palmas y desde atrás hizo el empate en el Bernabéu. En el área y sus inmediaciones el canterano está como pez en el agua.

Con el empate el Valencia de Marcelino volvía a tener el partido donde quería y el Real Madrid se echó arriba. Benzema pudo adelantar al Real Madrid en dos ocasiones pero no acertó y cuando acertó, esta vez en un contragolpe, Neto sacó una mano abajo. Excelente parada del brasileño.

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La segunda parte arrancó igual, con el Valencia demasiado metido atrás y Real Madrid, ahora sin Isco y con Kovacic en el campo, tocando pero sin la velocidad necesaria. A poco que los de Marcelino tomaron aire, presionar tanto de manera tan continuada en el Bernabéu es cosa de superhéores, fueron otra vez a buscar la salida de balón de los blancos sin miedo. A los ataques madridistas respondió Neto con varias intervenciones de mérito, sobre todo porque no permitió que hubiera un rechace y despejó el balón a córner, pero la mejor noticia para el Valencia fue que Rodrigo se entonó respecto al primer tiempo, y eso, tal y como estaba el partido era mucho decir. Una galopada por la izquierda tras combinación con Gayà que no terminó en los pies de Zaza y solo ante Neto porque el pase al punto de penalti lo cortó Casemiro, y constantes desmarques hasta que se hizo con un balón en el área, se dio la vuelta, vio a Kondogbia llegando desde atrás y le sirvió el balón al francés para que con la zurda ajustara al palo. El Valencia asaltaba el Bernabéu pero todavía faltaban catorce minutos. Por ello el Valencia debió hacer el tercero en la siguiente contra que tuvo, pero uno por otro, entre Carlos Soler, Rodrigo y Zaza no llegaron a rematar a gol.

Y claro, poco después, Kovacic arrancó hacia el área del Valencia, se frenó en su carrera y Rodrigo lo derribó. Falta en la frontal perfilada para Asensio. Peligro. Y gol. Zurdazo del madridista y error de Neto, que da un paso en falso y termina viendo entrar la pelota en su portería en el otro costado. De ahí hasta el final, el Madrid lo intentó con corazón y haciendo sufrir al Valencia con los balones centrados desde los laterales pero el Valencia pudo hacer el tercero. Fue una contra con superioridad que condujo Nacho Gil, Zaza la tuvo pero se hizo un lío porque lo suyo es golpear sin pensar. Después Mina se lanzó a por el balón pero le faltaron centímetros.

El Valencia de Marcelino pudo perder pero sobre todo pudo ganar, y empató donde pocos daban un duro por él. El Valencia de Marcelino compitió, plantó la bandera en el Bernabéu, perdió dos puntos, pero ganó unequipo.

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