Uno de los primeros proyectos que desarrollamos fue allá por 2004 en México. Nos sorprendimos entonces de comprobar cómo aquellas comunidades jugaban a un juego prehispánico denominado ‘guau guau’, deporte similar al polo que persigue una pelota en lugar de con caballos con llamas. Muchos de sus jóvenes practicaban el baloncesto pero se inclinaron rápidamente por el fútbol por influencia internacional. La presencia del Valencia en la zona de Morelia se traduce en un torneo con participación de 16 equipos, entre ellos el denominado Valencia CF, que juega con un plantel de 22 jugadores en torneos regionales. Es importante mencionar que el lugar donde se ubica el campo deportivo es conocido como también como ‘Valencia’.

Desde la década de los 90 ha surgido un gran interés por el deporte y su desarrollo en México, siendo el fútbol uno de los deportes universales que se vive con pasión. El proyecto en que nos involucramos tenía como objetivo fundamental abrir un espacio deportivo para futuros futbolistas indígenas, así como evitar el consumo de alcohol o drogas que era una realidad masiva en ese entorno. Formar futbolistas de esas comunidades y enrolarlos en el club más cercano como era el Monarcas Morelia motivó enormemente a los integrantes del proyecto.

Para tener éxito en el ámbito deportivo valoramos varios factores que introdujimos como una adecuada alimentación y técnicas que propiciaron un estado físico y mental tranquilo que facilitaba una correcta nutrición. En aquel momento, las comunidades indígenas menos desarrolladas de la zona de La Laguna se veían marginadas también por la falta de apoyo institucional. El querer acceder al ámbito futbolístico se veía imposibilitado por unas condiciones económicas y sociales que no les permitían acudir a una institución de enseñanza y además su lengua materna no les permitía comprender el castellano. Por esto se intentó luchar contra estos factores, lo que permitió a alguno de ellos engrosar los talentos de Santa Fe de la Laguna, localidad que tenía una población aproximada de 8.000 habitantes distribuidos en ocho barrios, siendo una de las principales actividades la de la alfarería, seguida por el comercio y la agricultura.

El objetivo de este proyecto se centró por tanto en la construcción de una infraestructura para la práctica del fútbol que atendía a niños de 6 a 12 años y la formación de una escuela de fútbol comunal para conseguir el aprendizaje de una forma recreativa. Santa Fe de la Laguna es una de las comunidades indígenas más marginadas por lo que el convenio de colaboración de la Penya Valencianista per la Solidaritat con el Centro de Apoyo al Desarrollo de la Mujer Purépecha de Michoacán para la mejora del campo de fútbol Mestalla Santa Fe de la Laguna mejoró la situación deportiva de los jóvenes purepechas que viven en la comunidad y fue uno de los bautizos de agua solidarios ya hace más de diez años, tiempo en el que hemos demostrado que otro valencianismo, solidario, comprometido, enérgico y combativo, es posible. 5000 ciudadanos, de los cuales un tercio son niños y adolescentes, se beneficiaron de la infraestructura del campo de fútbol de esta comunidad que se encontraba en una situación de abandono y que, tras nuestra intervención, lució como ejemplo orgulloso del deporte local.

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