Marcelino García Toral ha hablado con la mujer de Dani Parejo, el técnico quiere que el futbolista se cuide y esté absolutamente centrado en el fútbol. Es una información que ha desvelado Deportes Cope Valencia, que es tremendamente llamativa, que tiene muchas aristas y de la que se pueden extraer muchas reflexiones, pero que no debería ser noticia.

Y no debería ser noticia porque lo habitual habría de ser que los clubes y los entrenadores supieran todo sobre sus futbolistas. Es decir, la meticulosidad de Marcelino es sinónimo de profesionalidad. Ser futbolista profesional permite tener unos ingresos con los que el común de los mortales ni se atreve a soñar, pero tiene contrapartidas, y una es que a menudo la línea que separa la vida privada de la profesional es muy difusa. Dicho en otras palabras, un jugador del Valencia CF no puede hacer lo que le dé la gana.

¿Significa esto que Parejo hace lo que le da la gana? No es eso, y además, el control de Marcelino sobre la vida privada de sus futbolistas no es exclusivo del técnico asturiano, lo han hecho y lo hacen muchos entrenadores. Guardiola, en su primera temporada en el Barcelona llegó a un vestuario que había perdido el respeto a su anterior entrenador, Frank Rijkaard, y no le tembló el pulso para llamar a los teléfonos fijos de los domicilios particulares de los futbolistas pasadas las doce de la noche para comprobar si estaban ya en casa, y en Colombia hay clubes de fútbol en los que el mismo entrenador y un empleado del club, van, cámara en mano, llamando a las puertas de las casas de los jugadores para ver si están en ellas o si han salido. ¡Cámara de vídeo en mano!

Volviendo a la conversación entre Marcelino y la mujer de Parejo, Isabel Botello, conviene recordar unas palabras del técnico el día de su presentación cuando se le preguntó si iba a tener voz en el asunto de los fichajes: «Tendré poder de decisión en todo aquello que afecte al rendimiento del equipo». Sin duda, el asturiano estaba diciendo que va a controlar absolutamente todo. De hecho, el primer día que se encontró con Gabriel Paulista en Valencia, futbolista que ya tuvo en el Villarreal, le dijo: «Estas más fino».

En definitiva, después de un final de temporada y de un inicio de verano en que la posibilidad de que Parejo saliera del Valencia estaba sobre la mesa, Marcelino tomó una decisión firme al respecto. ´Si el jugador quiere quedarse y lo hace con todas sus consecuencias, cuento con él´, y no solo cuenta con él, si no que es una de las piezas básicas del equipo. Por ello el técnico quiso saber de primera mano si la decisión de seguir en el Valencia iba a provocar algún trastorno personal al jugador y sobre todo, quiso asegurarse de que va a estar centrado en el fútbol y que se va a cuidar. Al respecto, y para contextualizar la llamada del entrenador a Isabel Botello, conviene recordar un vídeo que se hizo público en las redes sociales a final de la temporada pasada en el que aparece Dani Parejo en una discoteca de Madrid a altas horas de la madrugada. Eso Marcelino no lo perdona.

Llegados a este punto, la gran pregunta es: ¿Cómo ha respondido Parejo a la exigencia del entrenador? De momento de la mejor manera que puede responder un futbolista, jugando bien a fútbol, y en público agradeciendo la exigencia diaria del técnico, y aquí están las palabras del propio Parejo en un reportaje de La Casa de el Fútbol de Movistar Plus: «Es exigente, es ganador, es competitivo. Los dos entrenadores referencia en mi carrera son Ernesto Valverde y Marcelino». Y ojo a las palabras del jugador del Valencia sobre el control de la dieta: «Lo llevamos un poco mejor pero hemos pasado mucha hambre... discutes con la mujer, te parece todo mal, pero al final nos vamos acostumbrando». Y por último esto otro: «Dialoga todos los días con nosotros y hace bromas, esa imagen que tiene de autoritario, cuando lo conoces no es tal».

En los últimos años en el Valencia ya se han dado situaciones similares a la de Marcelino y la mujer de Parejo. Una fue entre Rafa Benítez y el delantero brasileño Ricardo Oliveira en el año del doblete. El Valencia estaba peleando por la Liga y jugaba ante el Espanyol, ese día, cuando los jugadores estaban ya en el autobús, Oliveira recibió la llamada de su suegra porque su mujer se acababa de poner de parto, se levantó y pidió a Benítez que le desconvocara porque se quería marchar. El técnico se negó, le dijo que su obligación como futbolista era estar con el equipo que lo necesitaba pero no hizo caso, bajó del autobús y se fue... Semanas antes, el propio Benítez había programado el nacimiento de una de sus hijas en un día en que no había entrenamiento. Era su primer año en el Valencia y no hizo una mala temporada, pero el club lo traspasó al Betis.

Más reciente fue el caso de Ever Banega, al que el Valencia llegó a contratar una cocinera para que le hiciera todos los días la comida y la cena a él y a su mujer. Ever ni comía ni cenaba bien, y el club de Mestalla hasta barajó que se quedara a comer con los futbolistas de la residencia y se llevara la cena, pero aquello «llamaría la atención de los periodistas», por lo que una cocinera, concretamente de Rocafort que era donde vivía el argentino, iba cada mañana a casa del futbolista a dejarle la comida y la cena que siguiendo siempre las directrices dietéticas que le marcaba semanalmente el doctor Jordi Candel, médico del Valencia entonces. La pregunta es, ¿se comía Banega la comida y la cena?

Pero sin duda, la más llamativa fue la reunión que mantuvieron Braulio Vázquez y Javier Garrido, director deportivo del Valencia uno y miembro de la secretaría técnica el otro por aquellos días, con la mujer del francés Jeremy Mathieu. Tan hartos estaban de decirle que no fumara y de que no les hiciera caso, que se reunieron con ella para hacerle ver que su marido se estaba jugando la renovación y que fuera ella la encargada de vigilarlo. Cuenta la leyenda que durante un tiempo lo consiguió...